Las obras de la calle Serrano, que han provocado podas abusivas en 186 árboles y la tala de 34 ejemplares, no son las únicas que ponen en riesgo a los árboles de las calles de la capital. Al menos en cinco zonas de Madrid hay otros 1.350 ejemplares en riesgo de morir por culpa de las obras, según CC OO y Ecologistas en Acción.

Las áreas que peor están son General Ricardos (Carabanchel), Fuente Carrantona (Moratalaz), Puerta de Hierro, Casa de Campo y Recoletos.

En la primera calle (entre las paradas del metro de Oporto y Urgel) las obras de ampliación de las aceras están provocando "que se carguen las raíces de medio centenar de plantas al hacer zanjas", explicó ayer a 20 minutos Rosa Villalba, delegada de CC OO en Parques y Jardines.

El problema de los surcos es que "aunque el árbol quede en pie, al levantar el pavimento suelen cortarse raíces pequeñas, que son las que transportan el alimento y el agua, con lo que al final acaban muriendo", destaca Juan García, de Ecologistas en Acción.

Mal transplantados

En Fuente Carrantona (Moratalaz) están unos 200 ejemplares que se transplantaron de la M-30 "que no están teniendo un seguimiento. Ni los riegan", comenta Villalba.

En la carretera del Pardo, a la altura de Puerta de Hierro, hay un centenar de árboles de gran porte que "al hacer las obras de ampliación de la carretera se dañaron, y ahora están secos por culpa de la antracnosis" (causada por un hongo que ataca a los plátanos y que los acaba secando).

El caso más sangrante de arboricidio está en la Casa de Campo. "En el paseo de los Plátanos hay unos 300 ejemplares afectados por la antracnosis por podas inadecuadas que se hicieron hace años", lamenta García.

Aunque las obras del eje Prado- Recoletos no han empezado, "todos los árboles [cerca de 700] se verán afectados por los trabajos", explican desde CC OO.

A estas cinco zonas se añadiría "la masacre de podas que se está haciendo en la avenida Juan Carlos I de Leganés, con cortes grandes en las ramas", asegura Villalba.

Aunque ahora las podas se hacen "correctamente", Juan García asegura que "de los 300.000 árboles de alineación de la capital, un 30% están enfermos en mayor o menor medida".

Y es que una poda agresiva puede provocar la destrucción de la planta. "Las drásticas reducciones de la copa, llegando incluso hasta la cruz, no tienen más sentido que el estético y el corte mal realizado de las ramas principales puede provocar su pudrición", según Mariano Sánchez, vicedirector de Horticultura del Real Jardín Botánico.

La Comunidad amenazó este lunes con sanciones de hasta tres millones de euros al Ayuntamiento de Madrid tras el "atentado ambiental" de Serrano. El Consistorio afirmó que "polemizar con las talas es hacer populismo".

Los vecinos podan mal

Tanto Ecologistas como CC OO señalan que los que peor talan los árboles son las comunidades de vecinos que tienen árboles en sus patios o en parcelas de su propiedad. "Suelen terciar [cortar un tercio de la planta], lo que supone una poda muy drástica", explica Villalba.

Al cortar ramas gordas pueden hacerse heridas muy grandes que "son como las infecciones para los seres humanos, es la vía para que empiecen a pudrirse". Lo correcto, según los jardineros, es quitar sólo las ramas secas o aquellas que pesan mucho y supongan riesgo de caída.