¿Qué mejor que unas vacaciones en medio de la tormenta económica para evadirse? Aumenta el paro y acecha la recesión, "pero a la hora de la verdad, si no estás directamente afectado, programas un viaje", comenta el presidente de la Associació Catalana d'Agències de Viatge, Francesc Carnerero.

"Necesitamos escapar, romper la rutina, aunque sean menos días, antes de que llegue el verano", prosigue.

De hecho, algunas agencias de viajes consultadas han mostrado su sorpresa al haber agotado los paquetes de ofertas. Eso sí, la mayoría han reducido las opciones, vistas las malas previsiones. Este año se observa una triple tendencia. Primero, se viaja un poco menos: el descenso llega al 12%.

Quedarse en Catalunya

Segundo, se prefieren las distancias cortas: el turismo en Catalunya araña algún punto (sube del 40% al 44%), en detrimento del resto de destinos: el nacional (algo menos del 40%)y el internacional (por debajo del 20%).

Y tercera, se sale menos días porque el presupuesto es menor. Abundan menos escapadas de una semana o diez días y más de un fin de semana largo.

En cuanto a los precios medios, los catalanes están dispuestos a pagar hasta 500 euros para quedarse cerca de casa y unos 700 1 si se viaja por España. El presupuesto se amplía a 1.000 1 si se viaja por Europa y llega a los 1.300 1 para el Caribe o Nueva York, que siguen de moda. Las ofertas están entre el 5% y el 15%.

Los patronatos de turismo catalanes esperan una ocupación media de entre el 60% de la Costa Daurada y el 80% del Pirineo de Lleida. Barcelona se quedará en un aceptable 75%, diez puntos menos que el año pasado.