¿Se puede discutir de una manera constructiva? Consejos para que la comunicación de pareja sea óptima

  • Verbalizar los problemas o malentendidos es el camino para encontrar un punto de encuentro y una posible solución.
  • Cuando un pareja discute debe centrarse en el problema principal, no aprovechar para sacar a relucir viejos conflictos.
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En una discusión constructiva sobran los reproches, los chillidos y los insultos.
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Por muy bien que se lleve una pareja o por muy sólida que le parezca su relación es inevitable que, en ocasiones, la discusión llame a su puerta y no por ello hay que alarmarse y llevarse las manos a la cabeza. Discutir es humano, tanto cuando hay una relación amorosa por medio como en otro tipo de relaciones, lo importante está en saber diferenciar la discusión del enfado, no asociarla con ningún tipo de violencia (ni siquiera la verbal) y entender que verbalizar los problemas es el camino para encontrar un punto de encuentro y una posible solución.

Dicho esto, cuando se discute hay que saber cómo abordar o gestionar la conversación para que ésta sea lo más constructiva posible. Es decir, el problema no está en la discusión en sí sino en cómo llevarla a cabo para llegar a buen puerto

Se trata de detectar cuál es el problema principal a abordar, de no aprovechar la discusión para sacar a relucir viejos conflictos que no vienen a cuento, de entender que discusión debe ser sinónimo de comunicación, de saber escuchar al otro sin interrupciones, de ser asertivos (poseer la capacidad de expresar las opiniones, los sentimientos, las actitudes y los deseos) y de buscar el momento adecuado para hacerlo.

Con motivo de la publicación de su libro Amor del bueno (JdeJ Editores, 2004), la psicóloga Mila Cahue, especialista del Área de Pareja del Centro de Psicología Álava Reyes, elaboraba un decálogo para una comunicación constructiva y saludable en pareja que recuperamos con el objetivo de aportar las pistas necesarias para que las discusiones obtengan los resultados más óptimos:

1. Hablar no es exactamente lo mismo que comunicarse.

2. Comunicar bien quiere decir saber plantear lo que uno quiere o necesita, pero también significa saber escuchar lo que quiere o necesita el otro.

3. Capacidades como la comprensión, la asertividad  y la negociación son fundamentales para llegar a acuerdos, en vez de a imposiciones o concesiones indeseadas.

4. En una situación de diferencia de opiniones, lo primero que hay que hacer es despersonalizar e identificar objetivamente qué es lo que se quiere decir. Esto se traduce en saber exponer qué ocurre y qué se quiere, lejos de insultar o reprochar a la otra persona.

5. El siguiente paso, antes de hablar, es preparar cómo plantear la cuestión. No hace falta insultar ni chillar. Se es más eficaz exponiendo objetivamente lo que ocurre, e incluso empatizando con la otra persona.

6. ¿Para qué queremos hablar? Es importante que el objetivo de la comunicación sea resolver y no ofender. Es preciso saber proponer un objetivo, o varias alternativas de solución, a la situación que esté ocasionando el malestar.

7. Si todavía no ha llegado el momento de hablar también hay que determinar cuándo hacerlo. Es mejor esperar a que baje el momento de 'calentón' para poder argumentar, hablar y escuchar. Es mejor no hacerlo por la noche cuando se está cansado, o en el coche, donde faltan todos los elementos de la comunicación no verbal. Seguro que cualquier tema de pareja se merece al menos un rato de un café, de desayuno en el fin de semana, o de paseo, cuando la pareja esté a solas y tranquila.

8. ¿Cuánto decir? Es mejor no empezar a sacar temas de la prehistoria de la relación. Hay que ceñirse a un tema en concreto ('la luz está siempre encendida' o  'no pasamos tiempo juntos', por ejemplo) y encontrar una solución. Perdernos en otros problemas, lejos de resolver lo que está ocurriendo ahora, provoca un mayor dolor y distanciamiento en la pareja.

9. Hablar siempre desde el 'yo': lo que a 'mi' me parece, lo que 'yo' creo, lo que 'yo' quiero. Evitar hablar desde el 'tú', que suele provocar que la otra persona se ponga a la defensiva ('tienes que apagar la luz', 'tienes que pasar más tiempo conmigo'... )

10. Controlar los pensamientos irracionales tipo 'las parejas que se quieren no se enfadan' o 'ya no me quiere porque me ha dicho'. Las parejas que se quieren bien saben expresar lo que les molesta, lo hacen con respeto y cariño, saben proponer soluciones, y ceden ante las que pueden resultar igualmente satisfactorias para ambos.

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