La Rambla de Barcelona tendrá que conformarse con unos pequeños retoques mientras no llegue la reforma urbanística que el ayuntamiento aprobó en 2016. Entonces se anunció una gran transformación del paseo para ampliar las aceras, limitar la actividad turística y hacerlo “más cultural y abierto al mar”. El súper cambio todavía no tiene fecha de inicio. Los vecinos llevan exactamente 1.751 días esperándolo.

Para este 2021, el Ayuntamiento de Barcelona sí se ha comprometido a hacer algún pequeño cambio, como sustituir las baldosas rotas y retirar las antiguas pajarerías, ahora reconvertidas en puestos de ‘souvenirs’ y heladerías para ganar más espacio de paseo, según ha avanzado la asociación Amics de La Rambla este jueves en un comunicado. Habrá que esperar a la próxima semana para conocer los detalles, ya que el consistorio ha aplazado la rueda de prensa que había convocada este jueves para explicar los cambios.

Por mucho compromiso que haya por parte del consistorio, los vecinos y comerciantes no se creerán los cambios hasta que no los vean. “Llevamos demasiados años oyendo anuncios y titulares, y estamos demasiado escaldados como para tener un exceso de credulidad”, explica Fermín Villar, portavoz de Amics de La Rambla, en declaraciones a este diario.

“Llevamos demasiados años oyendo anuncios y titulares, y estamos demasiado escaldados como para tener un exceso de credulidad”

El aplazamiento de la rueda de prensa para anunciarlos cambios tampoco les ayuda a confiar, aunque esta mañana el concejal de Ciutat Vella, Jordi Rabassa, les ha llamado para reiterar su compromiso. Ahora, la previsión es que el ayuntamiento explique las medidas el martes 16 de marzo, el mismo día en que se aprobará el proyecto en la Comisión de Urbanismo.

Una reforma "más necesaria que nunca"

Amics de La Rambla se reunió el lunes con la alcaldesa, Ada Colau, y otros miembros del ayuntamiento para abordar el  retraso del proyecto de reforma del paseo. En ella, los miembros de la entidad subrayaron que “la reordenación de la Rambla prevista en el Pla Especial, aprobado en 2016, es más necesaria que nunca” y pidieron al consistorio un compromiso con el calendario de obras y una aceleración de los plazos, pasando de los siete años actuales a cinco.

La entidad también pide que se retiren elementos ”obsoletos” del mobiliario urbano, como cabinas telefónicas y armarios de conexiones. “Si queremos que La Rambla sea más habitable para los vecinos, es necesario que esté limpia, ordenada y segura”, aseveran, y también reclaman un “mantenimiento más efectivo del que se ha hecho hasta ahora”, intensificar las tareas de limpieza y la seguridad en la zona.

Amics de La Rambla pide que también se retiren las cabinas telefónicas y los armarios de conexiones del paseo

Así mismo, los vecinos y comerciantes de la zona reclaman aprovechar las circunstancias actuales para “favorecer la diversidad comercial” y mejorar el tejido de proximidad con la ley de APEUs, recientemente aprobada en el Parlament de Cataluña, que permitiría evitar la degradación de una zona donde se concentra actividad económica. “La Rambla tiene las características para convertirse en uno de los primeros APEUs de Barcelona”, asegura el colectivo.