Anestésicos tópicos y otros remedios eficaces para paliar el dolor de los pinchazos

Imagen de una jeringuilla.
Imagen de una jeringuilla.
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Imagen de una jeringuilla.

Uno de los mayores miedos de las personas cuando acuden a vacunarse, hacerse unos análisis o cualquier otro tipo de tratamiento que implique una aguja es el de sentir dolor durante los pinchazos. Sin embargo, existen diversos remedios eficaces para paliar el dolor y asegurar el confort del paciente. Entre ellos, uno de los más populares es la anestesia tópica que se aplica de varias formas dependiendo del anestésico utilizado (lidocaína, prilocaína, combinaciones de ambas...) y de su modo de presentación (crema, ungüento, pomada, spray...). Una de las presentaciones más utilizadas para aliviar el dolor del pinchazo suele ser una combinación de lidocaína 2,5% y prilocaína 2,5% en crema.

¿Como se debe utilizar este anestésico? La farmacéutica Aspen resume así los principales consejos para su aplicación:

- Aplicar la crema 1 hora antes del pinchazo.

 

- Se debe recubrir la zona con un apósito impermeable al aire y al agua. En ausencia de apósito se puede recubrir con un film de plástico transparente. Esto facilita que la piel de esa zona no pierda agua por transpiración, aumentando la hidratación de la misma. A más hidratada esté la piel, menos resistencia tendrá el anestésico para penetrar la epidermis y la dermis con el objetivo de llegar a las terminaciones nerviosas periféricas, bloquear el impulso nervioso y de esta manera impedir la transmisión del dolor.

- La aplicación es fácil y la puede hacer uno mismo en casa antes de acudir a la cita con el profesional sanitario que nos pondrá la vacuna.

- Este tipo de cremas proporcionan una anestesia que puede llegar a durar hasta incluso 4 horas. Todo dependerá de la cantidad de anestésico aplicado y de su concentración.

Recomendaciones para niños y jóvenes

Asimismo el Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría (AEP) elaboró en 2015 un documento, Alivio del dolor y el estrés al vacunar, con una serie de recomendaciones sencillas de llevar a cabo pero que han demostrado capacidad para aliviar el dolor y el estrés de los niños cuando son vacunados. Entre ellas:

- El amamantamiento, en lactantes. Es un sistema cómodo y eficaz, que aprovecha la suma de la succión, la ingestión de una sustancia dulce (la leche humana lo es), la distracción y el abrazo materno y, quizás también, la presencia de algunas sustancias con propiedades analgésicas, contenidas en la propia leche materna. “El efecto aparente es mayor cuanto menor es la edad del lactante, pero siempre es una opción útil y segura”. 

 - Líquidos dulces. La toma por la boca de líquidos dulces es una práctica habitual en las unidades de neonatología para aliviar el dolor de los recién nacidos sometidos a procedimientos dolorosos. También se ha demostrado su utilidad analgésica durante la administración de vacunas. Por lo general, se recomienda esta medida cuando no se puede amamantar. “Aunque no está establecida exactamente la cantidad y concentración óptimas, por lo general se recomienda disolver un sobre de azúcar en un vaso con un dedo o dos de agua (sacarosa al 25 %) y administrar aproximadamente 2 ml, poco a poco, con una jeringa o cuentagotas, en la boca del bebé, unos 2 minutos antes de la inyección”.

- Anestésicos tópicos, en todas las edades; que requieren un tiempo para actuar. “Los anestésicos locales, aplicados en forma de crema, pueden ayudar a aliviar el dolor debido a las inyecciones. Algunos productos (EMLA) pueden aplicarse incluso en niños de corta edad. Debe ponerse la crema 1 hora antes en la o las zonas donde esté prevista la inyección, en una extensión similar a lo que ocuparía una moneda, colocando seguidamente un apósito oclusivo. La crema se retirará antes de la aplicación de la vacuna. En España, los anestésicos en crema precisan receta médica”.

- Utilizar marcas de vacuna menos dolorosas, si existiesen.

- Evitar la posición supina, en menores de 3 años.

- Administrar rápido sin aspirar, en todas las edades.

- Aplicar la vacuna más dolorosa la última (vacuna neumocócica conjugada y vacuna frente al VPH), en todas las edades.

- Asegurar la técnica correcta de la inyección, en todas las edades.

- Si se requiere inyección múltiple, aplicar las vacunas simultáneamente, en lactantes; requiere disponer de más de un profesional.

- Frotar la vacuna entre las manos antes de la administración, en cualquier edad.

- Elegir la zona de punción adecuada, en todas las edades.

- Elegir agujas largas, en todas las edades.

- Utilizar intervenciones de distracción, ejercicios respiratorios, cuentos, juguetes..., en niños de 2‐12 años.

- Utilizar música sin necesidad de auriculares, en adolescentes

-Acariciar o frotar la piel próxima al punto de punción antes y durante la inyección de la vacuna, en niños mayores de 4 años.

- En el caso de vacunación a grupos de niños mayores y adolescentes, también se recomienda, si es posible, usar una entrada y salida distintas, para evitar el contacto del niño vacunado con los que esperan y el “contagio” del miedo y la ansiedad. 

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