El Gobierno sigue adelante con sus planes para regular antes de que acabe el año el etiquetado frontal de los productos envasados para que incluyan, en principio de manera voluntaria, el índice Nutriscore. Pese a la presión del sector, el Ministerio de Consumo de Alberto Garzón ha rechazado excluir del sistema a productos como el jamón o el queso, aunque sí ha conseguido un preacuerdo con los socios europeos para sacar al aceite de oliva.

¿Para qué sirve Nutriscore?

Es un sistema de etiquetado frontal que, básicamente, trata de simplificar la información nutricional de los productos envasados a través de un baremo de colores y letras: A y verde para los productos más saludables y E y rojo para los menos. Se usa ya en cuatro países europeos y otros tres han anunciado que lo regularán próximamente. Fuentes de Consumo insisten en que el sistema no determina si un alimento es bueno o malo, solo resume su información nutricional, penalizando los productos con mayor contenido en grasas, sal, azúcares o calorías.

¿Por qué es controvertido?

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Porque califica mejor a productos como los refrescos sin azúcar que al aceite de oliva u otros artículos más saludables, y además no penaliza a los alimentos por ser ultraprocesados. Consumo insiste en que solo son comparables las notas obtenidas por productos del mismo tipo –un refresco de cola sin azúcar y otro que sí la tenga, por ejemplo–, pero varias patronales y también nutricionistas han criticado el sistema. 

¿A qué productos se aplica?

El semáforo está pensado para todos los productos envasados, lo que excluye a los frescos. Tampoco se aplicará al aceite de oliva porque el Gobierno entiende que se penaliza su alto contenido en grasa sin tener en cuenta sus beneficios para la salud.

¿Quién lo ha diseñado?

Tanto Nutriscore como el algoritmo con el que clasifica los diferentes productos han sido desarrollados por la Universidad de Oxford, y el Ejecutivo no ha tenido nada que ver. El sistema es gestionado en Europa por un comité que reúne a representantes de las autoridades nacionales encargadas de la implementación en cada país.

¿Cuándo se aprobará?

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Aunque el objetivo inicial del Gobierno era tener aprobada la regulación de Nutriscore para la primera parte del año, fuentes de Consumo afirman ahora que el sistema tiene que estar puesto en marcha para finales de 2021. La idea, además, es que la Comisión Europea proponga su uso en los 27 países de la UE a finales de 2022, aunque Bruselas aún debate si este semáforo nutricional debe ser voluntario u obligatorio.

No obstante, en España hay marcas que ya han decidido por su cuenta empezar a utilizar el índice, si bien fuentes de Consumo señalan que normalmente lo hacen solo en los productos que mejor nota obtienen. Cuando se regule seguirá siendo voluntario, pero la empresa que lo utilice deberá etiquetar todos sus artículos.

¿Qué objetivos tiene?

Consumo considera que Nutriscore facilitará al cliente su elección entre los productos de diferentes marcas en función de su calidad nutricional y que, además, se incentivará a las marcas a emplear ingredientes más saludables para obtener mejor nota en el baremo. Además, fuentes del ministerio explican que servirá para elaborar perfiles de consumidores para, por ejemplo, prohibir la publicidad de productos poco sanos destinada a menores.