Los precios de los alquileres en Barcelona han caído un 1,4% en todo el 2020, hasta los 964,8 euros mensuales de media, según datos de la Secretaría de la Agenda Urbana y Territorio a través de la Agencia de la Vivienda de Cataluña. El cuarto trimestre ha acelerado la tendencia a la baja, con una caída 5,7% y rentas de 939,1 euros mensuales. 

Los descensos más pronunciados durante el cuarto trimestre se han producido en los distritos con precios más altos y zonas turísticas, como Les Corts, el Eixample o Ciutat Vella, con caídas del 9,3%, 7,8% y 7,2%, respectivamente. En Sants-Montjuïc, en cambio, el descenso ha sido del 1,5%.

En el Área Metropolitana de Barcelona, las rentas han aumentado un 2,8% en todo el año, hasta los 794,3 euros mensuales. En el cuarto trimestre también se ha constatado el inicio de la tendencia a la baja, con un descenso del 0,4% y rentas de 779,6 euros de media. 

En cuanto a toda Cataluña, en 2020 los precios han mantenido una cierta estabilidad, con un descenso del 0,1% de media.

Caída en el número de contratos

Por otra parte, el número de contratos de alquiler en Barcelona ha caído un 21,2% en 2020, con 40.416 viviendas alquiladas. Los distritos de Ciutat Vella y Horta - Guinardó han sido los más afectados por el descenso de contratos firmados, con una caída del 23,8% en el cuarto trimestre en los dos casos. Sant Andreu y Sant Martí registraron las caídas más moderadas, del 17,4%.

En toda Cataluña, el descenso ha sido de un 16,6% interanual, hasta 135.509 operaciones. La evolución del mercado del alquiler en la comunidad en 2020 ha sido fuertemente afectada por el confinamiento domiciliario de marzo., aunque la flexibilización de las medidas ha permitido recuperar los contratos, sobre todo en el cuarto trimestre. En este periodo se han registrado 39.152 operaciones, por encima de los 21.053 contratos firmados en el segundo trimestre.

Ley de regulación del precio del alquiler

La ley que regula el precio del alquiler en los 60 municipios catalanes más 'tensionados', entre los que se encuentra la ciudad de Barcelona, entró en vigor a finales de septiembre.

Esta ley, impulsada por el Sindicato de Inquilinos, supone, por una parte, que el precio del alquiler de los nuevos contratos quede determinado en función del índice de referencia.

Por otra parte, en caso de que el inmueble haya sido arrendado por debajo del precio de referencia durante los últimos cinco años, la ley impide que el propietario suba el alquiler.