Dicen que a perro flaco, todo son pulgas. Es lo que piensan en Cruz Roja de la Región de Murcia. Y es que de un tiempo a esta parte, están viéndose desbordados por los inmigrantes irregulares que acuden a la entidad para solicitar ayuda y retornar a sus países. En los tres primeros meses de este año, han recibido 230 peticiones, el triple que en todo el año anterior.

Este servicio consiste en que Cruz Roja gestiona y paga el viaje de regreso para inmigrantes, normalmente sin papeles ni empleo, y además les da una ayuda de 400 euros, como explica Juan Diego Vivo, responsable de este programa solidario.

Antes de conceder la ayuda, Cruz Roja estudia si lo que alega el inmigrante es legal, le hacen un informe social y comprueban que no tiene ni órdenes de alejamiento ni deudas porque con ellas no puede irse. Por esta vía el año pasado repatriaron a 15 personas.

Más gente en pateras

Cruz Roja tiene también un servicio de orientación laboral para encontrar un empleo a los más desfavorecidos. Pero la crisis de nuevo hace de las suyas y cada vez es más difícil ubicar a trabajadores. El año pasado lograron 380 inserciones, 35 menos que en 2007. Pero en lo que va de año, sólo se ha conseguido colocar a 20 personas.

Otro efecto de la crisis, según el presidente de Cruz Roja en Murcia, Aurelio Luna, es que están viendo como muchos ancianos se dan de baja del servicio de teleasistencia «por no poder pagar una línea de teléfono». Actualmente hay 2.013 usuarios de este servicio.

Estas declaraciones las hizo ayer Cruz Roja tras presentar su memoria de 2008, que destaca el incremento de personas que atendidas tras llegar en patera. En 2008 fueron 365 (17 mujeres y 13 menores), 59 más que en 2007.