Sara, la anarquista italiana de 35 años y afincada en Barcelona a la que acusan de quemar el furgón de la Guardia Urbana

Los Mossos han mostrado imágenes de lo que encontraron en la nave okupada donde vivían ocho de los detenidos el pasado sábado en los disturbios. Placas de matrícula falsas o ropa y cascos de moto usados en las protestas. Son 6 italianos, un francés y un español a los que los Mossos responsabilizan del ataque al furgón de la Guardia Urbana de Barcelona, con un agente en su interior. Tres son mujeres, entre ellas la que le prendió fuego a la furgoneta.
Los Mossos han mostrado imágenes de lo que encontraron en la nave okupada donde vivían ocho de los detenidos el pasado sábado en los disturbios. Placas de matrícula falsas o ropa y cascos de moto usados en las protestas. Son 6 italianos, un francés y un español a los que los Mossos responsabilizan del ataque al furgón de la Guardia Urbana de Barcelona, con un agente en su interior. Tres son mujeres, entre ellas la que le prendió fuego a la furgoneta.
Los Mossos han mostrado imágenes de lo que encontraron en la nave okupada donde vivían ocho de los detenidos el pasado sábado en los disturbios. Placas de matrícula falsas o ropa y cascos de moto usados en las protestas. Son 6 italianos, un francés y un español a los que los Mossos responsabilizan del ataque al furgón de la Guardia Urbana de Barcelona, con un agente en su interior. Tres son mujeres, entre ellas la que le prendió fuego a la furgoneta.
Los Mossos han mostrado imágenes de lo que encontraron en la nave okupada donde vivían ocho de los detenidos el pasado sábado en los disturbios. 

La acusada de intentar incendiar una furgoneta de la Guardia Urbana con un agente dentro el pasado sábado en Barcelona durante las manifestaciones en protesta por el encarcelamiento del rapero Pablo Hasel ya ha sido identificada. Se trata de Sara Caterina Casiccia, una anarquista italiana de 35 años afincada desde hace tiempo en la ciudad condal, según el periódico La Repubblica.

La mujer, perteneciente a un grupo de okupas turineses, cubrió con aguarrás la furgoneta en la que se encontraba un miembro de la Guardia Urbana después de que uno de sus compañeros, Alberto Frisetti, lanzase un cóctel molotov para prenderle fuego. 

Casiccia, antropóloga y conocida por el sobrenombre de Tzara Kasjtcha, se dedica en Barcelona a la producción audiovisual, orientada principalmente a las representaciones callejeras y circenses y a la escena underground, de acuerdo con el periódico italiano La Stampa.

En Instagram, donde la italiana comparte sobre todo contenido relacionado con su trabajo como creadora audiovisual, algunos usuarios han comenzado en las últimas horas a comentar sus publicaciones para calificarla de "asesina", decirle que "ojalá" pague "todos los desperfectos ocasionados" o pedirle que "se prenda fuego a ella misma".

"Me alegra mucho que dieran contigo y que ya estés detenida. Ahora rezo para que toda la fuerza de la ley caiga sobre ti y te condenen, entre otras cosas, por intento de homicidio, que estés mucho tiempo en la cárcel reflexionando sobre lo que hiciste y, cuando salgas dentro de, espero, muchos años, dejes de ser tan dañina", ha escrito un usuario.

En total, han sido detenidas y enviadas a prisión acusadas de intentar quemar el vehículo con el agente dentro ocho personas, seis de ellas italianas, de las cuales La Repubblica identifica a cuatro: Sara Casiccia, Alberto Frisetti, Luca Callegarini y Ermanno Cagnassone. Completan el grupo una joven española y otra francesa. 

A todos ellos se los acusa de tentativa de homicidio, pertenencia a grupo criminal, atentado a agente de la autoridad, desórdenes públicos, daños y manifestación ilícita, pues también causaron supuestamente daños en el mobiliario urbano, cortaron la luz en varias farolas y se dieron cobertura entre ellos.

Una acción coordinada

El juez que ha enviado a prisión precisa en su auto que, a raíz de lo investigado hasta el momento y de las imágenes disponibles, se aprecia que hubo una "actuación coordinada" en el lanzamiento de la bengala contra la furgoneta de la Guardia Urbana, y luego el líquido inflamable, por lo que entiende que es una acción que se debe atribuir "a todo el grupo criminal".

La Policía, que se infiltró entre los manifestantes el pasado sábado, 27 de febrero, detectó un grupo de 15 personas que hablaban entre ellas en italiano y, de forma "coordinada y muy violenta", provocaban ataques a establecimientos comerciales y entidades bancarias.

"Lo cierto es que se evidencia la existencia de un grupo criminal, cuyo objetivo no es otro que alterar la paz pública y el orden público", advierte el juez, que subraya que los detenidos actuaron de forma coordinada y asumiendo todos los actos del grupo, con lo que causaron una "grave quiebra de la seguridad".

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