El Ayuntamiento estudia una profunda reestructuración de líneas del autobús y reducir frecuencias de paso. Es una de las consecuencias del convenio que permitirá a los trabajadores de La Alcoyana cobrar la equiparación salarial que consiguieron tras semanas de huelga (y todos los atrasos desde 2008).

La alcaldesa, Sonia Castedo, dijo ayer que el transporte público tiene que dar servicio "a las nuevas zonas de la ciudad", ya que ha crecido mucho, y ve bien las "sensatas" propuestas de la Plataforma por la Movilidad (PCM), incluidos los buses "circulares".

El portavoz de la PCM, Javier Cobela, asegura que hace un mes se reunieron con la alcaldesa, quien les comentó que se produciría una "limitación presupuestaria" en el transporte. Por ello, le presentarán una remodelación de todo el sistema que "aumente eficacia y recaudación".

Cobela dijo que hay que rediseñar las líneas, pues son necesarios trayectos circulares y que conecten "los barrios sin tener que pasar por el atasco del centro".

Por su parte, el concejal socialista Jorge Espí denunció el recorte del equivalente monetario de 545.000 km. a La Alcoyana, al no subvencionar los kilómetros complementarios, algo que reducirá el servicio entre Alicante y las poblaciones limítrofes y puede provocar el despido de unos 25 trabajadores.

Fuentes del comité de empresa de La Alcoyana declararon a 20 minutos que este recorte se traspasa al presupuesto para el TRAM, aunque la línea 2 no iniciará su servicio hasta 2010 y sólo cubrirá "una parte de la ciudad". Respecto a los trazados de las líneas, aseguran que es necesario actualizarlos, especialmente entre barrios, pues "se tarda una hora en ir del Cementerio a San Agustín". Hoy se reunirán con la empresa y no descartan "salir a la calle" e incluso la huelga.

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