¿Tendré que usar mascarilla después de recibir la vacuna contra la covid-19? La ciencia lo explica

Un hombre protegido con mascarilla pasea por las inmediaciones de un hospital de Madrid.
Un hombre protegido con mascarilla pasea por las inmediaciones de un hospital de Madrid.
Europa Press
Un hombre protegido con mascarilla pasea por las inmediaciones de un hospital de Madrid.

Los expertos en salud pública siguen insistiendo en que una vez hayamos recibido la vacuna contra el coronavirus, debemos seguir llevando mascarilla, sobre todo en lugares cerrados. Pero si ya estamos protegidos contra la enfermedad, ¿cuál es el motivo?

El diario londinense The Guardian se ha hecho esta pregunta en un reportaje y ha buscado la respuesta de la ciencia. Y la respuesta es que la gran mayoría de las personas vacunadas estarán protegidas de la covid-19, la enfermedad causada por el virus SARS-CoV-2, pero las personas vacunadas aún pueden transmitir el virus, aunque no muestren ningún síntoma.

"Ahora sabemos que las vacunas pueden proteger, pero lo que no hemos tenido tiempo suficiente para comprender realmente es: ¿protege de la propagación?" reflexiona Avery August, profesor de Inmunología en la Universidad de Cornell, en Estados Unidos.

Esto se debe a que el virus SARS-CoV-2 aún puede colonizar el tracto respiratorio, incluso cuando las células inmunitarias sistémicas protegen al cuerpo en general de la enfermedad que causa: covid-19.

Entonces, ¿cuándo podré quitarme la mascarilla? Primero, los científicos no saben cómo pueden las vacunas contra la covid-19 proteger contra la transmisión asintomática del SARS-CoV-2. Hay signos prometedores, pero la investigación sigue siendo incompleta. Los investigadores tampoco saben por cuánto tiempo las vacunas contra la covid-19 pueden proteger a las personas del virus.

Los científicos también están observando de cerca cómo los cambios evolutivos en el virus, las famosas variantes, impactan en la efectividad de las vacunas. Los investigadores ya han encontrado que la eficacia de la vacuna de Johnson & Johnson se redujo en Sudáfrica, donde está presente la variante B1351.

Sin embargo, el factor más importante puede ser la medida en que los adultos acepten la vacuna. Los niños pueden transmitir la enfermedad, pero no optan a recibir la vacuna; algunas personas pueden tener demasiado comprometido su sistema inmunológico para recibirla; y otros pueden enfrentarse a barreras burocráticas para la vacunación.

¿Qué sentido tieneentonces  recibir la vacuna si todavía tengo que usar una mascarilla? En realidad el uso de mascarillas y el distanciamiento social son estrategias de mitigación de riesgos, que están vigentes mientras los científicos realizan investigaciones, más y más personas se vacunan y la prevalencia de covid-19 disminuye.

El Guardian pone un ejemplo: a medida que las vacunas continúen administrándose, las pequeñas reuniones de personas vacunadas se volverán más comunes. Luego, esas mismas personas deben ser conscientes del distanciamiento social y el uso de mascarillas en público, ya que podrían transmitir la enfermedad a la comunidad en general.

La esperanza es que a medida que más y más gente se vacune, menos personas tendrán casos graves de covid-19, y la presión sobre el sistema de salud disminuirá con la prevalencia de la enfermedad.

"Ojalá podamos vacunar a la mayoría de la población", dijo el doctor Bruce Y. Lee, profesor de política de salud en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de la Ciudad de Nueva York. "Ahí es cuando podemos empezar a hablar de avanzar hacia la normalidad", explica.

¿Cuándo tendremos estas respuestas? Los estudios sobre el grado en que las vacunas protegen contra la transmisión continúan y son prometedores, pero incompletos. Es poco probable que las vacunas brinden una protección completa o esterilizante. Solo unas pocas vacunas puede hacer esa afirmación, incluida, por ejemplo, la vacuna contra la viruela. Sin embargo, si una vacuna redujera significativamente la transmisión, sería una muy buena noticia para la capacidad mundial de contener el virus.

En circunstancias normales, este tipo de preguntas podrían haberse respondido en ensayos clínicos de vacunas de varios años. En esta situación de emergencia, detener la enfermedad era un objetivo más importante y las vacunas disponibles lo hacen de manera muy eficaz.

"Probablemente lo sabremos a medida que más y más personas se vacunen, en algún lugar a mediados de septiembre", dijo August. Sin embargo, lo que es más importante, las vacunas no necesariamente deben brindar una protección completa para ayudar a combatir la pandemia. "Si todo el mundo está vacunado, habrá menos virus", sentenció August.

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