¿Es posible superar una relación cuando aún se siente amor por la expareja? Claves para pasar página

  • Es fundamental marcar la distancia física, pero también evitar en contacto telefónico y en redes sociales.
  • Mantenerse ocupado ayuda a recuperarse. La familia y los amigos deben convertirse en la red de apoyo más importante.
Mujer triste.
Mujer triste.
PIXABAY
Mujer triste.

Cualquier ruptura de pareja siempre es dolorosa aunque sea de mutuo acuerdo pero cuando una de las partes aún siente amor y atracción el camino para la aceptación y la superación puede encontrar más obstáculos. ¿Cómo abordar este proceso cuando se rompe con alguien al que todavía se ama y por el que todavía se sienten lazos invisibles?

Los terapeutas de pareja apuestan por recomendar tres pasos fundamentales para conseguirlo: el distanciamiento físico - o lo que toda la vida se ha denominado ‘ojos que no ven corazón que no siente’ (o al menos siente menos)-, mantener la mente ocupada, y tomarse el tiempo necesario para superar el duelo y aceptar la ruptura pasando por todas sus fases, que irán desde intentar negar lo ocurrido a bregar con sentimientos de tristeza que parecen no tener fin. Abordemos con mayor detenimiento cada uno de ellos:

Poner tierra de por medio

Conseguir que las heridas de la ruptura sanen para volver a empezar de nuevo pasa por mantenerse lejos de la ex pareja para evitar recaídas innecesarias. Hay que marcar la distancia física: no quedar salvo que sea absolutamente imprescindible - si, por ejemplo, hay hijos de por medio o se comparte una mascota o algún proyecto relevante como un negocio-, evitar los lugares que se frecuentaban juntos durante la relación, y aquellos a los que suele ir con amigos o conocidos...

Sin embargo, este distanciamiento del otro también debe abordarse por otras importantes vías, entre ellas, las comunicaciones. No llamarle por teléfono, ni enviarle whatsapp o emails pueden a ayudar a evitar situaciones incómodas a lo que hay que añadir, por supuesto, dejar de ser amigos (al menos temporalmente) en redes sociales. Seguir unidos a través de estos perfiles puede ser un vehículo muy peligroso cuando nos sentimos tentados a saber dónde o con quien está en algún momento.

Si los círculos sociales, ya sea personales o virtuales, también nos obligan a coincidir demasiado o tener demasiada información sobre la ex pareja quizás lo más adecuado es dejarles también al margen durante el tiempo que sea necesario para curar las heridas y refugiarnos únicamente en amistades o conocidos que no sean comunes.

Por supuesto, guardar recuerdos de esa relación pasada - como regalos u objetos personales- también pueden convertirse en un obstáculo para tomar distancia. Devolvérselos o deshacerse de ellos ayudarán también a marcar el inicio de una nueva etapa.

Mantenerse ocupado

Una de las mejores cosas que podemos hacer tras una ruptura es comenzar a pensar más en uno mismo para de esta manera dejar de obsesionarse demasiado con el otro. Por supuesto, cada persona debe encontrar el mejor camino para conseguirlo pero lo que está claro es que todos y cada uno tenemos una o varías vías de escape para evadirnos.

Puede ser un cambio de imagen, recuperar una afición o actividad que se realizaba antes de estar con esa pareja y que se dejó abandonada, llevar a cabo alguna inquietud que ha rondado de forma persistente por nuestra mente, aprovechar el tiempo para colaborar con alguna ONG o hacer algún trabajo comunitario que nos realice, practicar algún deporte o aprender un idioma...

Obviamente, además de descubrir cosas y gente nuevas también es momento de refugiarse en nuestro círculo más íntimo: familia y amigos pueden y deben convertirse en nuestra red de apoyo más importante. Es momento de reencontrarse con aquellas personas a las que quizás hemos tenido algo abandonadas. Nos conocen mejor que nadie, podemos desahogarnos con ellas pero, a la vez, tienen la suficiente confianza para redirigirnos en el momento en que caigamos en la tentación de hablar demasiado de la ruptura o nuestro ex.

En este punto también es fundamental insistir en el autocuidado y en abordar cualquier tipo de terapia y actividad que pueda ayudar a conseguir la paz interna: la meditación, el deporte, los ejercicios de relajación o incluso la escritura son vehículos excelentes para recuperar las energías físicas y mentales perdidas tras la ruptura. Es tiempo de aprender a quererse a uno mismo y dejar atrás las emociones negativas.

Aceptar la ruptura

Quizás el punto más complicado para dejar atrás ese último capítulo sentimental de nuestras vidas. Los especialistas recomiendan no bloquear los sentimientos, negar el dolor o intentar mitigarlo por la vía rápida refugiándonos en hábitos destructivos como el alcohol.

Reprimir los sentimientos tampoco ofrece ninguna solución. Es importante darse tiempo a uno mismo para lamentar lo que ha pasado y aceptar que aunque se siga sintiendo algo por el otro la relación ha terminado. Si caer en la autocomplacencia sí es importante establecer un periodo para desahogarse, descargar los sentimientos dolorosos, llorar de rabia o, incluso, gritar para deshacerse de la frustración o la impotencia.

Sin embargo, no es conveniente enquistarse en lo que pudo haber sido y no fue ni caer en la tentación de seguir idealizando la relación ya acabada. Para mantener cierta objetividad, los terapeutas suelen recomendar la elaboración de una lista que plasme por escrito aquellas características de la ex pareja que no nos satisfacían o los motivos por los que la relación debía acabar.

Y sobre todo, ser conscientes de que el amor no desaparecerá de la noche a la mañana, que todo proceso de recuperación es progresivo y necesita su tiempo así como tener siempre en mente que poco a poco los sentimientos irán disminuyendo.

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