Tras un invierno duro, la primavera ha llegado más soleada y calurosa de lo que se esperaba, y eso, para los alérgicos, ya supone un problema. Mocos, estornudos y lagrimeo afectan cada vez a más personas y en el Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña ya disgnostican cada año 2.000 nuevos casos de alergia, en su mayoría al polen.

Así lo ha confirmado el doctor Antonio Parra, jefe del Servicio de Alergología. «Estamos en un momento muy precoz y los más sensibles pueden notarlo, aunque en muchos casos ya pasan por su médico de cabecera», explica.

De todas maneras, su trabajo es incesante: por las cinco consultas que tienen en la unidad pasan una media de 600 pacientes, de los que 2.000 son nuevos enfermos y el resto sigue un tratamiento específico. La polución, la excesiva limpieza de los hogares (con utilización de diferentes productos químicos) e incluso los bruscos cambios en el tiempo son algunos de los factores que determinan, según el doctor Parra, que se haya doblado el número de alérgicos en la ciudad de A Coruña.

El pico, en mayo

Pero lo peor está por llegar y a eso deberán enfrentarse los 12.000 coruñeses alérgicos al polen y los 126.000 contabilizados en toda Galicia. Será entre mayo y junio cuando se registre el pico de la polinización y cuando empiece a ser indispensable la visita al médico y a la farmacia.

En algunas ya empiezan a notar ahora algo de afluencia, y este año, además de antihistamínicos y antiinflamatorios en spray tienen novedades: la vacuna sublingual, una pequeña pastilla que se coloca bajo la lengua, se disuelve con facilidad y reduce mucho los síntomas.

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