El feo que las vuelve locas

  • Woody Allen podría contar con Nicole Kidman y Naomi Watts en su próxima cinta.
  • El director ha escrito grandes personajes femeninos.
  • Repasamos cómo son las mujeres en sus películas.

Dicen que sólo habla de sí mismo, pero su cine le muestra como un gran conocedor de la mujer y por sus películas han desfilado muchas de las mejores actrices de las últimas décadas. Naomi Watts y Nicole Kidman serán las próximas: ¿Qué mujeres les tendrá reservadas Allen?

LA ESPOSA

La frase «prefiero que me incineren a que me sepulten, y ambas cosas a un fin de semana con mi mujer» muestra sus reparos al matrimonio. Pero se ha casado tres veces («en mi casa mando yo; mi mujer sólo toma las decisiones») y a veces lo defiende: «La gente debería emparejarse de por vida», decía en Manhattan, «como las palomas o los católicos».

LA Ex

Aunque «una esposa dura como un matrimonio, pero una ex esposa es para toda la vida», las hay admirables como la de Un final Made in Hollywood. Más recordada es la de Manhattan, que le dejaba por otra mujer. «Mi psicoanalista me advirtió de tu bisexualidad», decía Allen a Meryl Streep, «pero eras tan guapa que cambié de psicoanalista».

LA infiel

Manhattan, Hannah y sus hermanas o Maridos y mujeres las tienen. La más extraña era la de Celebrity, fiel pese a sus felaciones extramatrimoniales. «Mi cuerpo pertenece a mi marido», decía, «pero lo que pasa por mi cabeza es otra historia diferente».

LA sexual

En Delitos y faltas, Allen reconocía: «La última vez que estuve dentro de una mujer fue cuando visité la Estatua de la Libertad». Pero es casi peor cruzarse a la Charlize Theron de Celebrity («¿Que si temo que me contagies gérmenes? Por ti cogería un cáncer terminal»), la Uma Thurman de Acuerdos y desacuerdos, la ninfómana de La comedia sexual de una noche de verano o Scarlett Johansson o_Penélope Cruz en Vicky Cristina Barcelona.

LA asesinada

Presionar a un amante provocaba un crimen en Delitos y falsas y Match Point, mientras en Balas sobre Broadway bastaba con ser una pésima artista.

LA distante

«Los gérmenes no pueden vivir en tu sangre», le decía Allen a Hellen Hunt en La maldición del escorpión de Jade, «es demasiado fría». Tampoco parecía un volcán Rebecca Hall en Vicky Cristina Barcelona.

LA nena

Sí, quizá ‘lo de' Soon-Yi se veía venir. En su cine abundan los maduros que se acuestan con jovencitas, e incluso Allen caía en las garras adolescentes de Mariel Hemingway y Juliette Lewis en Manhattan y Maridos y mujeres o miraba con lascivia a la hija de su novia en Recuerdos.

LA madre

Dominantes y poco comprensivas, en Septiembre,_Edipo reprimido o Días de radio traumatizan a sus retoños.

LA romántica

Muchas confunden el sexo con el amor, a lo que Allen responde:_«El sexo alivia la tensión, el amor la causa». En La última noche de Boris Grushenko, Diane Keaton afirmaba que «el sexo sin amor es una experiencia vacía». «Sí», contestaba Allen, «pero como experiencia vacía es una de las mejores».

LA soñadora

Mia Farrow supo encarnar a la perfección a mujeres vulnerables que huyen de la realidad a través de sus sueños, como en Alice, Septiembre o La rosa púrpura del Cairo.

LA realista

Otras veces, son ellas las que bajan a la tierra al hombre. Aquí es Diane Keaton la que mejor sabe hacerlo, o la prostituta que en Desmontando a Harry dice a Allen: «¿Que si pienso en universos y agujeros negros? Claro que sí. Son los que me dan de comer».

LA tonta

Pero, siempre, con mucho encanto. La prostituta de Mira Sorvino en Poderosa Afrodita o la actriz que Jennifer Tilly interpretaba en Balas sobre Broadway no eran muy listas, pero tenían muchas de las mejores frases de la película.

LA madura

Gena Rowlands bordaba en Otra mujer a una triunfadora profesional pero fracasada en lo personal. También Elaine Stritch, en Septiembre, tenía frases tan inolvidables como las siguientes: «Envejecer es un infierno. Estudias tu rostro en el espejo y te das cuenta de que te falta algo: entonces caes en que lo que te falta es el futuro».

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