El PDeCAT ha alegado ante la jueza que debe dirimir la causa abierta contra JxCat por el uso de la marca que la confusión entre ambas formaciones "terminó afectando en las elecciones" del pasado 14 de febrero. 

La letrada del PDeCAT ha recordado este jueves que el partido "no ha tenido un buen resultado", ya que no logró ningún escaño, y lo atribuyó a la "confusión del ciudadano sobre a quién está votando". 

La formación que preside David Bonvehí sostiene que el uso de la marca JxCat por parte de la formación homónima les ha supuesto un perjuicio, pero la parte demandada ha rebatido este argumento exponiendo que la Junta Electoral Central les concedió el estatus de grupo político significativo y que los derechos electorales se los asignó al PDeCAT.

La defensa de JxCat ha negado cualquier perjuicio económico para el PDeCAT porque la JEC les asignó todos los derechos electorales -como las subvenciones- y aseguró que el órgano electoral "reconoce un capital político propio" al partido de Carles Puigdemont, diferenciado del PDeCAT. "Quiere decir que JxCat no es el PDeCAT, que ya tenía un capital político propio", ha añadido.

Con la fecha para el juicio ya fijada para el 7 de octubre, las partes se han visto en una audiencia previa en la Ciudad de la Justicia en la que el PDeCAT y JxCat han expuesto sus argumentos y han presentado sus pruebas. 

A pesar de la protesta de JxCat, la jueza ha aceptado la petición de la representante del PDeCAT para que se vuelva a citar a los testigos que ya prestaron declaración en la fase inicial de la causa: Carles Valls, Laia Sarri i Montserrat Morante. També ha demanat citar Pol Xart i Anna Soriano, Irene Negre, Josep Pagès y Roser Olondri, y la magistrada se lo ha concedido.