Circular en coche por el tramo de la carretera de Trassierra que va entre la glorieta Amadora y la glorieta de las Tres Culturas es una continua prueba de fuego para la suspensión de los vehículos por los numerosos baches que hay. La situación ha llegado a tal nivel de hartazgo entre los residentes que ayer decidieron manifestarse para exigir al Ayuntamiento la reforma total de esta vía de comunicación tan frecuentada por los cordobeses.

El presidente de la asociación de vecinos Huerta María Luisa, José Manuel Romero, denuncia el mal estado de esta carretera, que «tiene más de 40 años», sobre todo cuando el tráfico es más denso en ciertas horas del día.

El Ayuntamiento tiene previsto remodelar esta vía con cargo a los Fondos Estatales de Inversión Local (FEIL). El Gobierno municipal espera que esta obra comience en breve y que acabe antes del 1 de enero de 2010.

Sin embargo, en el proyecto del Consistorio sólo se recoge la reforma de la parte comprendida entre la glorieta Amadora y la calle Portugal. Los vecinos exigen que la obra llegue hasta la glorieta de las Tres Culturas.

Romero asegura que «el Ayuntamiento nos dice que la reforma de la parte que falta se llevará a cabo dentro de dos o tres años, coincidiendo curiosamente con las próximas elecciones locales». La mejora del estado de la carretera de Trassierra no es la única reivindicación de los algo más de 1.000 vecinos de Huerta María Luisa.

El presidente de esta asociación de residentes, José Manuel Romero, se queja de los acerados de la zona, cuya longitud «apenas llega a 40 centímetros», no reuniendo así las condiciones adecuadas para que las personas con discapacidad paseen por el barrio. Para evitar este problema, reclaman el ensanchamiento de las aceras.

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