El Govern de la Generalitat ha valorado este martes tras el Consell Executiu la conmemoración del 40 aniversario del intento de golpe de Estado del 23 de febrero de 1981. 

La consellera portavoz, Meritxell Budó, ha iniciado su comparecencia semanal haciendo referencia a esta jornada y afirmando que “no son motivos para celebrar. De hecho, las fuerzas políticas que dan apoyo al Govern de la Generalitat no participan en ninguno de los actos previstos” este martes.

​"A lo largo de estos años, hemos visto cómo los diferentes poderes del Estado 
y los dos principales partidos españoles han conservado esta pulsión contra la autonomía de Cataluña y contra el derecho de los catalanes a decidir" (Meritxell Budó, consellera portavoz)

"El espíritu involucionista que animaba a los golpistas no ha desaparecido y ha emergido muchas veces desde entonces”, ha añadido la consellera. 

"A lo largo de todos estos años, hemos visto cómo los diferentes poderes del Estado y los dos principales partidos españoles han conservado esta pulsión contra la autonomía de Cataluña y contra el derecho de los catalanes a decidir por sí mismos", ha insistido.

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Ha reconocido, sin embargo, el papel que cumplieron aquellos hechos en la consolidación de la democracia en España: "Aquel ataque involucionista a la incipiente democratización del Estado no prosperó y su fracaso consolidó la transición en España y el final de su aislamiento internacional”.

"Se trata de un problema estructural, no resuelto, el conflicto político entre el Estado español y Cataluña, que debe solucionarse desde la vía política. Admitir este conflicto, reconocer el derecho de autodeterminación y aprobar una ley de amnistía sería una verdadera conmemoración de un Estado que quiere ser plenamente democrático", ha recalcado la consellera.

"Y no se trata del papel que llevara a cabo el Rey emérito o de la participación de ciertas autoridades en los actos previstos", ha subrayado, justificando la ausencia de Junts ni ERC (socios en el Govern) en los actos previstos este martes.