El pasado mes de enero, la actriz Demi Moore dio mucho que hablar tras su participación en el desfile de Fendi, uno de los eventos más esperados del calendario de la Alta Costura de París, donde lució un rostro irreconocible. 

Las miradas se pusieron sobre sus pómulos y su boca, que parecían haber pasado por quirófano. De hecho, hay quienes apuntaron que la intérprete podría haberse sometido a una bichectomía, una técnica que consiste en la extracción del tejido graso encapsulado en las mejillas, justo debajo de los pómulos. 

A sus 58 años, Moore nunca ha ocultado su gusto por las operaciones estéticas, tal y como cuenta en su libro Inside Out. Asimismo, en una entrevista con Daily Mirror, la actriz aseguró que había decidido aceptar el proceso de envejecimiento natural. Y, teniendo en cuenta su última reaparición, quizá era cierto.

Casi un mes después, Moore no se ha pronunciado sobre su debut en la pasarela parisina. Sin embargo, en su última fotografía publicada en Instagram, su rostro es bastante similar al que lucía antes del desfile: el estado de sus pómulos, su boca, su frente y sus ojos poco tiene que ver el de su última aparición.

En la fotografía, la artista aparece posando con su hija, Tallulah, y con sus tres perros. No hay rastro de maquillaje en su cara y, si la imagen es actual, esto podría indicar que la actriz no habría "abusado" de sus operaciones (así lo valoraron algunos de sus seguidores cuando la vieron en Fendi).