"No he parado desde marzo". Esta frase la dice, en una conversación telefónica con 20minutos, Clara Tomás. De profesión abogada laboralista, ha visto cómo, un año después de que se diagnosticara en España el primer caso de coronavirus, la mayoría de causas que lleva están ya relacionadas con esta enfermedad. "Todo está afectado por el tema pandémico", explica, para luego insistir: "Es que el grueso de mis reclamaciones se deben ya a la pandemia y a los estados de alarma [el primero que se aplicó cuando se decretó el confinamiento domiciliario y el actual]".

El caso de Tomás no es minoritario. Y es que, uno de cada tres abogados españoles está llevando ya algún caso relacionado con la Covid-19 o tiene en su despacho uno para tramitarlo en los próximos meses. Así lo refleja la última edición del Barómetro Interno de la Abogacía elaborado por la empresa Metroscopia para el Consejo General de la Abogacía Española.

Si bien es cierto que el estudio no puntualiza en qué ámbitos predominan las causas relacionadas con el coronavirus, fuentes jurídicas aseguran que los ámbitos sanitarios, familiares y laborales son los más afectados. Incluso el administrativo, por los recursos impuestos por los ciudadanos a las multas por incumplir alguna de las prohibiciones impuestas por el Gobierno o las autonomías con el fin de controlar la transmisión.

Esto no es ningún disparate si, tal y como mantienen las mismas fuentes, se hace un repaso de la actualidad del último año. Durante la primera ola, por ejemplo, hubo una avalancha de denuncias por la trágica situación que vivieron las residencias de ancianos, que contaron por miles los fallecidos. Familiares y asociaciones de afectados llevaron a los tribunales a direcciones de centros sociosanitarios pero también a políticos y a administraciones públicas.

Otra jurista, Victoria Espejel, responsable del departamento de Defensa de la Abogacía del Colegio de Abogados de Madrid (ICAM), pone el foco en el aumento de casos de violencia machista en el confinamiento (cabe recordar que las llamadas al 016 subieron un 60% en el pasado mes de abril). También en el ámbito familiar han subido, cuenta, los problemas judiciales derivados del incumplimiento de custodias por las reglas impuestas en la nueva normalidad, que "dificultaban que se cumplieran los convenios y esto deriva en más juicios".

En el ámbito laboral, Tomás pone como ejemplo todas las causas que han emanado de la situación de las empresas que se acogieron a algún tipo de ERTE (Expediente de Regulación de Empleo), por lo novedoso de la medida. Además, esta letrada amplía el foco para valorar lo que ha supuesto el coronavirus para un sistema que ya funcionaba con lentitud: "Las administraciones han eliminado todo tipo de atención al público presencial y no todo el mundo sabe cómo hacer esos trámites por internet, lo que ha provocado causas judiciales que se hubieran evitado si esas oficinas hubieran estado abiertas".

Espejel expone un punto de vista similar. Para ella, la pandemia ha sido "la gota que ha colmado el vaso del sistema judicial". "Piensa en todo el tiempo que ha estado suspendida la actividad, más toda la ralentización de ponerla en funcionamiento...", finaliza.

Este sentimiento también es mayoritario en la encuesta. "La gran ralentización (y, en casos, práctica paralización) por la pandemia propicia que el porcentaje de abogados que evalúan negativamente el funcionamiento de la Justicia sea más elevado que nunca", se puede leer en el informe. Y es que, el 82% de los letrados cree que la Justicia funciona mal en la actualidad y el 54%, que "está yendo claramente todavía a peor".