Enrique Ruiz Escudero: "Antes de verano podremos ver vacunaciones masivas en la Comunidad de Madrid"

El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, fotografiado en su despacho.
El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, fotografiado en su despacho.
Jorge Paris
El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, fotografiado en su despacho.

Esta semana se cumple un año del primer caso de Covid-19 diagnosticado en Madrid. Doce meses después, la enfermedad sigue manteniendo en jaque a la región y a gran parte del mundo. La magnitud de la emergencia sanitaria la conoce bien Enrique Ruiz Escudero, consejero de Sanidad, que repasa con 20minutos la situación actual y el futuro inmediato de la pandemia en la comunidad. 

La situación mejora después de una tercera ola muy grave. ¿Qué motivó el repunte tan significativo de enero?

Detectamos que cambia la inflexión, que pasamos de descender en casos a crecer, el día 9 de diciembre, justo después del puente. A partir de ahí influyó el efecto de navidades. Aunque tomamos medidas restrictivas de control a todos los niveles, hubo tres semanas seguidas de cuatro días festivos de encontrarse mucha gente. Y eso es un efecto multiplicador de carácter geométrico: los contagios asociados a Nochebuena y Navidad son un grupo que tiene una semana de incubación que se multiplica en Nochevieja y que se multiplica en Reyes. Con lo cual, entramos en una situación de bastantes casos a principios de enero. A todo eso hay que sumar la cepa británica, entre un 55 y un 75% más contagiosa que la cepa anterior, y finalmente llegó Filomena. Son suposiciones, pero creo que también tuvo un efecto multiplicador en el contagio intrafamiliar.

¿La tercera ola ha sido similar a las anteriores o ha tenido algo de particular?

Si se analizan con visión retrospectiva cómo han sido todas las olas, se ve que el comportamiento es similar. Habitualmente son dos meses de subida y a partir de ahí son dos meses de bajada. Puede haber ciertos decalajes, de una semana que se ralentiza más o menos, pero esta se cumplió también. Empezó más o menos el 9 de diciembre y a finales de enero fue cuando empezamos a detectar que ese contagio se acortaba un poco más. 

Lo que hemos visto en esta tercera ola, que no habíamos visto ni en la primera a la segunda, es tener, tanto en la Atención Primaria como las urgencias de los hospitales, familias enteras contagiadas. Incluso familias enteras de domicilios distintos contagiadas.

Los casos subieron de forma abrupta y también han acabado bajando rápido...

Sí, nos ha sorprendido para bien que el descenso se haya producido desde el primer momento en todos los indicadores, tanto epidemiológicos como asistenciales. Y sobre todo, lo que sorprende es que con esa cepa británica con cierto predominio, o sea como la cepa con mayor número de casos, se haya producido ese descenso de manera tan abrupta y sobre todo con una tendencia a que se va a mantener. Ese descenso tan descomunal, además, se ha producido en todas las comunidades autónomas. 

Es algo que hay que seguir estudiando para conocer el por qué del comportamiento de este virus. Yo creo que han influido las medidas adoptadas para que el descenso se produjera de esa manera.

Precisamente en esa mejoría se han basado para flexibilizar, desde el pasado jueves, algunas restricciones. Eso les ha costado críticas. ¿Las entiende? 

En cada comunidad las curvas tienen un comportamiento distinto, tanto en el ascenso como en el descenso, por cuestiones de densidad de población, dispersión, actividad económica, factores sociales, económicos... e incluso familiares. No es comparable lo que ocurre en una comunidad con lo que ocurre en otras, son comparables las tendencias. Nosotros las decisiones las tomamos siempre con una labor muy minuciosa que se hace en la Dirección General de Salud Pública. Se analiza por zonas básicas no solo el número de casos, sino cómo se producen. Esto ha sido fundamental.

El aspecto más polémico ha sido relajar las medidas en hostelería... 

Hemos visto que las medidas que tenemos (barras prohibidas, 50% aforo en interiores, distancia entre sillas y grupos limitados) son lo suficientemente estrictas y permiten realizar la actividad. Con esas medidas hemos detectado que no hay brotes asociados a la hostelería o los que hay son prácticamente testimoniales. Parece que el que más cierra es el que mejor lo está haciendo y no es así. La clave es saber quién está provocando los contagios, cómo se producen y el sistema asistencial de respuesta.

"Parece que el que más actividades cierra es el que mejor lo está haciendo y no es así"

Las críticas tampoco han faltado por la construcción del hospital Enfermera Isabel Zendal. ¿Cómo las ha vivido?

Sinceramente, me han parecido una estrategia. Nadie puede entender que por parte de la izquierda se esté en contra de un hospital creado para atender a pacientes Covid en un entorno de pandemia. Ha sido algo absolutamente inexplicable, y siguen con ello. Yo les invitaría a que fuesen a verlo. Que vieran los profesionales que trabajan en equipo, que están en perfecta sintonía y,  sobre todo, que son gente muy involucrada, muy volcada con su trabajo. Yo creo que no pueden recibir ni una sola crítica.

¿Cómo hubiera sido la tercera ola sin ese centro?

No tener el Zendal hubiese significado que casi 2.300 pacientes hubiesen tenido que estar hospitalizados en la red de hospitales de la Comunidad de Madrid, lo cual significa una carga asistencial muy importante para nuestro sistema sanitario. Y no es solo que se haya producido esa derivación ahora en pleno crecimiento, sino que nos va a permitir recuperar cuanto antes la actividad no Covid en el resto de hospitales. Creo que este es el gran reto ahora: recuperar cuanto antes la actividad no Covid en los hospitales, algo que nos costó mucho, tanto en la primera como en la segunda ola. Y también, y sobre todo, seguir mejorando y dando una mayor calidad de atención al paciente Covid.

La flexibilización de medidas de la semana pasada, ¿es compatible con que los casos sigan bajando? 

Todos los indicadores, tanto epidemiológicos como asistenciales, a día de hoy están indicando que continuarán en esa tendencia durante varios días. Si la situación epidemiológica y asistencial siguen acompañando tendremos que ir valorando qué medidas podemos ir flexibilizando para, poco a poco, ir recuperando actividad económica en entornos seguros.

La prohibición de las reuniones entre no convivientes sigue en vigor hasta el 1 de marzo. ¿Es probable una prórroga? 

Seguimos detectando que el 80,3% de los casos se producen en el entorno familiar, lo cual indica que sigue siendo el entorno donde más se relajan las medidas. Esta cifra de contagios en domicilios parece que indica que no debemos de relajar esas medidas. Estamos tomando decisiones para tratar de contenerlo, pero también es donde resulta más difícil actuar. Hay que ver cómo se comporta en estos días y a partir de ahí empezar a tomar decisiones.

"La cifra de contagios en domicilios parece que indica que no debemos de relajar esas medidas"

¿Se ha normalizado el envío de vacunas? 

Al principio recibíamos menos. Ahora, por fortuna, algunos días estamos recibiendo más de las que teníamos previstas, lo cual es una buenísima noticia. La planificación de vacunación cambia por días porque va muy condicionada a las dosis que recibimos. Desde que hemos empezado, hemos recalculado todas las semanas sin excepción.

¿El suministro desigual y las particularidades de cada vacuna (por ejemplo la de AstraZeneca solo se recomienda en personas de entre 18 y 55 años) está influyendo en la vacunación? 

Si vamos a recibir vacunas de AstraZeneca y estamos recibiendo menos de Pfizer, puede resultar paradójico, pero es posible que entren a vacunarse grupos que no estaban previstos en la parte inicial por una cuestión de cantidad y de disponibilidad de vacunas que hay que poner sí o sí. Lógicamente vamos a seguir el plan de vacunación que tiene el ministerio, pero lo que no vamos a hacer es dejar vacunas guardadas en el frigorífico. Nosotros vamos a establecer una estrategia semanal que puede cambiar según la recepción de las vacunas.

¿Cuándo estaremos recibiendo miles de vacunas? 

La información que tenemos es que Pfizer y Moderna van a aumentar su producción a partir de marzo. De AstraZeneca estamos recibiendo más de lo que habría previsto en un inicio y hay que sumar la cuarta, la de Janssen. Es la de más fácil manejo porque es monodosis y de fácil conservación. Su autorización por la EMA va a ir rápido. Creo que finales de marzo o principios de abril va a ser un momento determinante para aumentar la capacidad de vacunación al máximo.

¿Antes de verano podremos ver vacunaciones masivas en Madrid? 

Seguro que sí, aunque estaremos condicionados por el número de vacunas. Esta semana ya se va a empezar en el Wanda Metropolitano y en el hospital Isabel Zendal.

¿Cómo van a organizar esas vacunaciones? 

Estamos trabajando con sistemas de la información y sobre todo con Salud Pública en nuestra red asistencial para ir tomando esas decisiones. Hay que ser fiables y precisos en esa vacunación. No paramos de mirar lo que están haciendo otros países. Sorprende lo que han hecho Israel, Rusia o Reino Unido. La Viceconsejería de Salud Pública tuvo una videoconferencia con responsables de la vacunación en Israel y nos contaron cómo era su estrategia.

"El ministerio debería ser más ágil a la hora de las peticiones que hacemos las comunidades autónomas"

Usted ve ambicioso tener en verano al 70% de población vacunada en verano como dijo Sánchez. ¿Lo mantiene? 

Ojalá me tenga que rectificar, me encantaría, pero ese horizonte lo veo complicado.Quedan apenas cuatro meses y a excepción de la Janssen, que es de única dosis, el resto de vacunas son de doble dosis. En Madrid viven 6.750.000 personas. El 70% son 4.600.000 madrileños, que necesitarían 9.200.000 vacunas. Esto supondría recibir, solo para Madrid, prácticamente dos millones de vacunas cada mes. Es una cifra muy elevada: la semana que más vacunas hemos recibido ha sido esta, y han sido unas 115.000, habría que multiplicar esa cifra por cinco.

¿Cómo es la relación de Madrid con el Ministerio de Sanidad? ¿Ha cambiado algo la llegada de Carolina Darias? 

Seguimos manteniendo las reuniones técnicas con el ministerio y tampoco hemos notado mucha diferencia porque seguimos con los mismos retrasos a la hora de las peticiones que hacemos. Por ejemplo, hace casi un mes y medio pedimos utilizar las mutuas para test de antígenos y para vacunación y seguimos sin recibir la contestación. Creo que el ministerio debería ser más ágil a la hora de las peticiones que hacemos las comunidades autónomas.

¿Ya han notado los efectos de la vacunación en las residencias? 

Se ha notado a todos los niveles. El número de brotes ha caído más de un 65%, el porcentaje de personas ha disminuido de manera exponencial (un 86%) y también han caído los ingresos.

¿Esto permite flexibilizar las restricciones a los mayores? 

El director de Coordinación Sociosanitaria insiste mucho en el componente afectivo de estas personas: llevan un año muy solos y eso repercute en su calidad de vida y en su salud. Desde hoy se permiten las salidas sin limitaciones a los residentes vacunados, siempre que el residente salga cumpliendo con las medidas de protección. Las salidas de los residentes no vacunados serán inferiores a una hora y no más de tres a la semana y en los alrededores del centro. El número de visitantes continúa siendo de una persona por residente con carácter general y se podrán recibir tres visitas de una hora a la semana.

A pesar de los cambios, ¿habrá que seguir con medidas de seguridad? 

Habrá que seguir con mascarilla, lavado de manos y con distancia, pero es cierto que ya no se abre un horizonte distinto al que hemos vivido.

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