El Ayuntamiento de Manzanares El Real ha convocado para el próximo domingo 29 de marzo un referéndum vecinal en el que se someterá a votación la continuidad de los festejos taurinos que se celebran en la localidad cada año, como una de las posibles medidas de "recorte presupuestario para paliar la crisis económica".

El propio Ayuntamiento de esta localidad madrileña argumenta "el alto coste" que les supone la celebración de los cuatro festejos que componen su feria taurina del mes de agosto, en torno a los 125.000 euros, un 27,53% del total de dinero anual disponible para diferentes actividades programadas en los apartados de cultura, deporte, juventud y servicios sociales.

Por este motivo, de producirse una mayoría de votos "en contra", el consistorio dejaría de autorizar no sólo los cuatro festejos de feria, sino también los mismos festejos populares, como los encierros y la suelta de vaquillas o capeas.

Sólo política económica

También han hecho hincapié en que esta decisión de convocar esta consulta popular es por motivos de la política económica de la localidad, sin que tenga nada que ver en ella ningún grupo ecologista o abolicionista de las corridas de toros.

El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Manzanares El Real está formado por un cuatripartito compuesto por representantes del PSOE, Partido por Manzanares, Unión de Manzanares El Real (UDMR) e Izquierda Unida.

Y no todos los ediles comulgan con esta determinación, pues el propio Concejal de Festejos, Antonio Fernández, presidente a su vez de UDMR, ha expresado su "apoyo incondicional a la continuidad de los festejos taurinos", primero por mantener la tradición, y, sobre todo, "porque son vida para el pueblo y sus comercios".

En el argumento "a favor" de mantener los festejos taurinos añade Fernández que la Concejalía de Festejos ha reducido su presupuesto un 24%, y que en todo caso, los festejos taurinos suponen menos del 2% del total del presupuesto municipal con respecto al año anterior, y se contempla una tercera opción para reducir costes, suprimiendo una novillada y sustituyendo la corrida de toros por otra novillada.

No obstante, los representantes de los cuatro partidos con representación en el gobierno municipal han asegurado también que todo el equipo del actual consistorio respetará y acatará la voluntad de los vecinos, que son los que tendrán la última palabra.