En Gracias a la vida, su último trabajo, Pasión Vega interpreta una selección de canciones tradicionales latinas. Todo un éxito que ya ocupa el tercer puesto de los más vendidos.

Suele darle al género clásico, ¿no choca con su juventud?

Si llamamos clásicos a las canciones bien hechas (risas)... Realmente, si lees mis letras, tratamos muchos temas, tienen un vocabulario bastante actual dentro, y buscan también la belleza con las palabras.

Se dio a conocer en televisión, con Pedro Ruiz...

Fue muy emocionante, y aunque no tuviera un disco en el mercado, había un ronroneo sobre Pasión Vega, la pelaílla.

Aunque ahora la música tiene cada vez menos espacio...

Recuerdo programas con música en directo, con los grandes artistas de siempre. Ahora es muy difícil ver en televisión a un Serrat, a un Sabina y a una Ana Belén, intérpretes que para mí son la base de nuestra música.

¿Le ayudará el álbum a saltar el charco?

Espero que sí. Son canciones con las que el público de allí se identificará rápidamente. Es más sencillo entrar con algo conocido, pero por otro lado es una responsabilidad, porque las canciones han sido interpretadas por grandes músicos, como Mercedes Sosa o María Dolores Pradera.

¿La copa rota suena mejor con su voz o con la de Calamaro?

Suenan distintas. Calamaro la transformó en algo más tanguero y yo la he hecho más balada, copla jazz.

¿Qué le parece el boom coplero de este año?

Es un género que debería estar presente en todo momento, sin estar asociado a modas.

¿Cómo son los conciertos?

Iremos a muchos teatros. Empezamos con tango, seguimos con copla, rancheras... y lo que pida el público (risas).

¿Cómo se ve en 30 años?

Supongo que cantando. Lo que pierdes en frescura lo vas ganando en experiencia, y una artista se muere siendo lo que es.

Para entonces no existirán los CD, los periódicos...

Me resulta entrañable ir a una tienda y comprar un CD, un libro, leer un periódico... Es raro pensar que lo vamos a hacer a través de Internet. Espero que sigamos yendo al cine, que el romanticismo no se pierda.

BIO. Pasión Vega nació en Madrid en 1976 y vivió tres años en la zona de San Antonio de la Florida. Le gusta montar a caballo y en bicicleta. Tiene dos hermanos. Como malagueña y gaditana de adopción, para ella "el mar es fundamental".