En mayo habrán pasado cuatro años desde el suicidio en su habitación de hotel y a los 52 años de Chris Cornell, vocalista de los grupos Audioslave, Temple of the Dog y, sobre todo, Soundgarden. Sin embargo, el resto de miembros de esta última banda acaban de ser demandados por Vicky Cornell.

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Las disputas legales entre Vicky y el resto de miembros de Soundgarden (Kim Thayil, Matt Cameron y Ben Shepard) se han ido sucediendo a lo largo de los años y, tal y como reflejan medios como TMZ o Variety, la demanda que nos ocupa es por lo "ridículamente baja" que considera la viuda del artista la oferta de compra de la participación de Chris en la banda.

Vicky Cornell, quien le dedicó una sentida carta de despedida, denuncia que lo que le han ofrecido, 300.000 dólares, no se corresponde en términos de propiedad intelectual con todo lo que dio su fallecido esposo al grupo, exponiendo que Kim, Matt y Ben rechazaron el pasado diciembre su oferta de 21 millones (siete millones a cada uno) por sus participaciones en la sociedad.

Asimismo, también le dijeron que no a una oferta externa de 16 millones de dólares (cuatro millones por cada miembro de Soundgarden) por los derechos de las canciones grabadas por el grupo, algo que ha terminado con la paciencia de la publicista.

La viuda del autor de temas como Black Hole Sun, Rusty Cage o Outshined ha pedido en su demanda al juez que se valore profesionalmente de nuevo los activos del grupo, ya que, ha explicado, por ahora se ha negado a compartir datos sobre el valor de la sociedad musical.

Kim, Matt y Ben solo se han expresado a través de un comunicado en el que indican que "a requerimiento de las leyes del estado de Washington" presentaron la oferta de 300.000 dólares según lo había calculado el experto en tasación de la industria musical Gary Cohen, que ya trabajó en casos como los Beatles contra EMI Music, los Rolling Stones contra Sony y Abkco o, de forma más reciente, Taylor Swift y Big Machine Records.

Además, Soundgarden ya explicó en la primavera del año pasado, estando de por medio unas grabaciones inéditas encontradas, que sus redes sociales habían sido tomadas sin su permiso por Vicky Cornell. "Esta disputa nunca ha sido sobre dinero para el grupo, sino el trabajo de toda su vida y su legado", concluye el escrito.