La compañía mixta Jaizkibel, formada por partidarios de la integración de mujeres como soldados en los alardes de Hondarribia, renunció a intentar incorporarse al desfile tradicional, en el que las mujeres ejercen únicamente el papel de cantineras. Así, celebraron un recorrido festivo y reivindicativo, bajo la custodia de decenas de agentes de la Ertzaintza.

A diferencia de los últimos años, la manifestación de Jaizkibel partió antes que el Alarde tradicional. Esta circunstancia había provocado en los días previos una fuerte tensión entre los vecinos de Hondarribia. El horario impuesto por el Departamento de Interior vasco fue el que obligó al público partidario del sistema tradicional a presenciar el acto reivindicativo de las feministas.

La compañía mixta desfiló precedida por una pancarta en la que se leía en euskera Mujeres en el Alarde. Alarde público. La comitiva, compuesta por pífanos, redobles, tambores, una cantinera y escopetas, avanzó hacia la calle Mayor totalmente rodeada por agentes de la Er-tzaintza.

Por su parte, la comitiva tradicional salió a las 9.00 horas con la presencia de 4.522 hombres y 21 cantineras. La comitiva partió desde la plaza Gernikako Arbola para subir a la plaza de Armas por la calle Mayor, ya despejada de los parapetos interpuestos por el público, que en esta ocasión aplaudía y jaleaba a las tropas.

«Con vosotros, nunca»

Al menos este año no se han registrado agresiones físicas durante la celebración del Alarde de Hondarribia, como sucedió en ediciones anteriores. Pero la tensión estuvo muy presente en las calles. Los partidarios de la comitiva tradicional colocaron pancartas en las que se leía No hemos venido a veros o Con vosotras, nunca. Además, colocaron sábanas, plásticos de color negro, lonas e incluso paraguas en la misma calle para evitar ver con sus propios ojos el paso de la comitiva del Alarde mixto, al tiempo que muchas personas accionaban bocinas para no escuchar la música.