Entre las llanuras manchegas y la costa murciana se encuentra el enclave de la ciudad de Yecla, donde destacan sus más de 7.000 hectáreas de viñedos que, como Jumilla y Bullas, tiene su propia Ruta del Vino.
Este es el lugar que alberga la característica variedad de uva Monastrell, ofreciendo al visitante una ruta donde poder conocer todos los secretos de la denominación de origen de Yecla.
Esta actividad permite paladear los vinos, que poseen una verdadera tradición muy arraigada en estas tierras. Descubrir su carácter, sus matices y su sabor es del todo recomendable en esta experiencia.
Son varias las bodegas que se pueden encontrar durante esta ruta, como la Bodega Castaño, La Purísima o la Barahonda, así como diferentes tiendas especializadas y restaurantes relacionadas con el vino.
"El consejo regulador avala la calidad experimentada de las uvas y vinos producidos para garantizar que cada botella albergue un sabor genuino", explican desde la web de turismo de Murcia. "Su rigurosa labor se lleva a cabo con el seguimiento a los viñedos y bodegas por el cualificado equipo de su órgano de control que analiza periódicamente los vinos para garantizar su autenticidad con el distintivo que aparece en la contraetiqueta de las botellas".
Por último, destaca durante el mes de mayo, las Fiestas de San Isidro, donde se pueden encontrar verbenas, degustaciones, mercadillo medieval y catas de vino, toda una experiencia a tener en cuenta para conocer a fondo la tradición vitivinícola de esta zona.
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