"Como la Gran Vía en rebajas". Así de expresivo era ayer Secundino, un vecino de Olabeaga, para explicar cómo había visto el nuevo paseo que une Olabeaga y Zorroza en sus primeros días.

No es que estén demasiado acostumbrados los vecinos de estos barrios a recibir la visita de extraños, pero, tras abrirse el pasado viernes y con la valiosa ayuda del tiempo, cientos de bilbaínos de todos los barrios decidieron conocer la nueva zona, un kilómetro y medio de paseo junto a la ría, en la que caben paseantes, ciclistas o patinadores, y rematado por zonas de juegos para niños y de ejercicios para adultos.

El peatón vuelve, así, a recuperar los espacios próximos a la ría. Antes, en ese espacio, una estrecha carretera unía ambos barrios. El viandante quedaba relegado. A los sumo, se exponía al peligro de compartir estrecheces con los coches. Y qué decir de las bicis.

Ahora, el muelle de Olabeaga no tiene nada que ver. Un bidegorri enlaza ya Olabeaga con Zorroza y pronto lo hará con las vías ciclistas que vayan a la Margen Izquierda o hacia las Encartaciones.

A su lado, espacio suficiente para andar, correr, pasear con los niños... Y si hay ganas, para continuar por todo el borde de la ría, cruzar Bilbao y llegar hasta la Peña.

Algunas quejas vecinales

Pero los vecinos, además de ver las ventajas del nuevo paseo, también les sacan unas cuantas pegas. Las más repetidas son las que tienen que ver con los accesos.

De hecho, la falta de conexiones entre este paseo que transcurre junto a la ría con el de la zona de arriba (carretera de Zorroza) es uno de ellos. "Hay que dar la vuelta por el matadero para ir al barrio de Zorroza", señalan.

Y, con el gran número de ciudadanos que se aproximan día a día a este paseo, los vecinos de Olabeaga, sobre todo, han visto el riesgo que supone que pasen por su barrio. "En el paseo hay anchuras, pero la acera por Olabeaga es muy estrecha; además los ciclistas se dirigen al nuevo bidegorri y van en dirección contrario por todo el barrio", aseguran.

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