"Compongo y canto mis propias canciones. Ya llegará el momento en las que también las produzca y mi objetivo es ser como C. Tangana, solo que más guapete", afirmó Rubén en su presentación en la entrega de este martes de First dates.
Carlos Sobera quiso conocer su historial amoroso, y el madrileño le reconoció que era "bastante corto, sobre todo en cantidad. Tuve una relación que duró 9 años y que terminó hace unos meses. Ahora estoy abierto a nuevas experiencias".
A continuación, llegó al local de Cuatro Amaya, que comentó que pertenecía a "un grupo de dance covers. Hacemos las coreografías de grupos de K-pop", pero fue sorprendida por Rubén, que la recibió cantando uno de sus temas.
La música fue el punto de unión de ambos, pero durante la cena buscaron más aficiones y gustos en común para ver si podían conectar lo suficiente como para volver a quedar fuera del restaurante de First dates.
Durante la velada, el madrileño desveló uno de sus secretos: "Hablar de koalas, porque nadie lo hace. Al principio lo hacía para romper el hielo con una chica, pero ya se ha convertido en una costumbre".
Pero si Rubén sorprendió a Amaya a su llegada al local, durante la cena, fue el turno de la madrileña, que se puso a bailar en el centro del restaurante una de sus coreografías de K-pop: "Me ha dejado a cuadros, me ha fascinado", reconoció él.
Al final, Rubén sí que quiso tener una segunda cita con Amaya: "Tienes unos gustos similares a los míos y me ha surgido curiosidad por la cultura coreana". La madrileña, por su parte, también quiso volver a quedar porque "no hemos tenido suficiente tiempo para conocernos".
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