Según el manido pero por ello no menos cierto epigrama de Samuel Johnson, el patriotismo es el último refugio de los canallas. En Estados Unidos, además, el patriotismo es  un estado de ánimo, un espíritu contradictorio y maleable de nación joven.

Hay patriotas reaccionarios ('neocons' varios), patriotas con conciencia de justicia (como Edward Murrow, el célebre periodista de la CBS) y patriotas que buscan el estímulo fácil para granjearse voluntades a través de las braguetas.

Esta última manera de reivindicar el espíritu de nación es la elegida por la organización de Mujeres Patriotas, que utiliza lo esculturales cuerpos de las modelos para fabricar una metáfora de lo que desean para su país.

Estas chicas están presentes en 38 de los cincuenta Estados de EE UU y pretenden ‘colonizar’ los que faltan antes de que acabe el año. Su mensaje es devolver al pueblo el sentimiento patriótico, apagado tras seis años de combates en Irak y la omnipresente crisis económica, informa fox.com.

Su medio: poses y poses en biquini con los colores de la bandera de las barras y las estrellas. El dinero recaudado por la aparición de las modelos en diferentes fiestas y eventos de masas se destina a ayudar a las familias de soldados muertos o heridos en la guerra y a ex combatientes.

La propaganda de estas chicas de calendario, además, no distingue entre partidarios o detractores de la guerra de Irak. “No importa que se esté a favor o en contra, lo único que deseamos es conseguir que nuestros hombres se sientan importantes y mostrarles cuánto les queremos”, dice Amy Vitale, portavoz de la asociación patriótica que representa a las modelos.