La pandemia cambia también los desayunos: así es la primera comida del día en España en tiempos de covid

Es importante dedicarle un tiempo al desayuno cada mañana. En este sentido puede ser perjudicial para el bienestar el tomarlo deprisa y corriendo o picando cualquier cosa fuera de casa.
Imagen de archivo de una persona desayunando.
Pixabay/the5th
Es importante dedicarle un tiempo al desayuno cada mañana. En este sentido puede ser perjudicial para el bienestar el tomarlo deprisa y corriendo o picando cualquier cosa fuera de casa.

La pandemia de la covid-19 ha cambiado muchos aspectos de nuestras vidas y el desayuno también es uno de ellos. Así se desprende de la Encuesta sobre hábitos de desayuno en España 2021 realizada por la Fundación Española de la Nutrición (FEN) y presentada este viernes con motivo del Día Nacional del Desayuno, que se celebra este sábado 13 de febrero. Entre los aspectos más llamativos: este año marcado por el coronavirus hemos aumentado la cantidad de fruta que ingerimos a primera hora del día y hemos reducido la ingesta de cereales y derivados. Además, hemos aumentado el tiempo que dedicamos a romper el ayuno nocturno.

Tal y como se detalla en los resultados de la encuesta de este año, realizada a 1.383 personas (de las que el 42% trabajaba presencialmente) entre enero y este mismo mes de febrero de 2021, más de la mitad de los participantes (761) desayunan en soledad y sentados y el 50% lo hacen delante de pantallas, ya sea el ordenador, el móvil, la tablet o la televisión. 

En comparación con los resultados de la encuesta realizada en 2020, antes de que se declarara la pandemia, la FEN ha hallado que el porcentaje de personas que le dedican más de diez minutos al desayuno ha aumentado en seis puntos porcentuales (del 43% de 2020 al 49% de 2021), mientras que los encuestados que destinan entre cinco y diez minutos al desayuno ha descendido del 45% de 2020 al 40% de este año.

El confinamiento y el teletrabajo nos ha llevado a desayunar más en casa (el 90,8% de los participantes) y menos en los bares (el 2,8%) o en el trabajo (4,4%), si bien los porcentajes se repartieron de forma similar en 2020: 85,6%, 4,3% y 8,2%, respectivamente. 

Solo el 50% toma fruta

En la rueda de prensa ha participado el presidente de la FEN, el catedrático Gregorio Varela Moreiras, que ha recalcado que a lo largo de la vida tenemos unas 30.000 oportunidades para tratar de desayunar "bien, divertido, sostenible y solidario". Varela ha recalcado que el porcentaje de encuestados que manifiesta comer algún líquido más cereales y derivados (pan o bollería) ha pasado del 33% de 2020 al 29% en 2021, al tiempo que el porcentaje de participantes que dice ingerir líquido, cereales y fruta ha aumentado del 13% de 2020 al 17% de 2021

"Cuando se invierte un poco más de tiempo en desayunar, hay más posibilidad de introducir alimentos más nutritivos"

En este sentido, la presidenta de la Real Academia de Gastronomía (RAG), Lourdes Plana Bellido, también presente en el acto, ha apuntado que "se ha visto que en cuanto se invierte un poco más de tiempo (en desayunar), hay más posibilidad de introducir alimentos más nutritivos", al tiempo que ha pedido consumir fruta de temporada. Varela, por su parte, ha recalcado que todavía "solo" el 50% de los preguntados respondieron consumir fruta en el desayuno. "Tenemos que hacer un esfuerzo para introducir la fruta en el desayuno", ha dicho.

La encuesta refleja que el 91,2% de los encuestados declara desayunar todos los días y los que se saltan esta comida son "sobre todo jóvenes" que alegan falta de apetito o de tiempo.

Las legumbres, también para desayunar

Coincidiendo con la reciente celebración del Día Mundial de las Legumbres, este miércoles 10 de febrero, desde la FEN se ha fomentar la inclusión de las legumbres en la primera ingesta diaria. "El desayuno es una oportunidad de aumentar el número de raciones semanales de legumbres recomendada por los expertos, que se fija entre, al menos 3 y 4. Además, las legumbres pueden mejorar el contenido nutricional de la primera comida del día, que debería ser lo más completa posible", han señalado.

En este sentido, el presidente de la Asociación de Legumbristas de España (ALE), Antonio Caballero Martínez, ha pedido "acabar con la imagen de que las legumbres son para platos de cuchara tradicional", y ha recalcado que su consumo es mucho más sostenible porque dejan menor huella medioambiental y reducen los daños en la tierra donde son cultivadas. "Necesitan mucha menos agua que otros productos ricos en proteínas", ha añadido Caballero.

Los productos anunciados para niños, con el triple de azúcar

Según un reciente estudio publicado en la revista Children y elaborado por la profesora e investigadora de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), Mireia Montaña, los productos de desayuno publicitados para niños triplican la cantidad de azúcar en comparación con los dirigidos a adultos. 

Montaña destaca a 20minutos que mientras que los productos anunciados dirigidos al público adulto contenían de media 10,25 gramos de azúcar por cada 100 gramos de producto, este porcentaje aumentaba al 36,2% cuando se trataba de productos alimentarios dirigidos al público infantil. 

La investigadora resalta igualmente que el 60% de los anuncios infantiles analizados (355 campañas de 117 productos de desayuno publicitados entre 2015 y 2019) eran de galletas y un 25%, de productos de chocolate (ya sea cacao en polvo o en crema para untar). 

Cambios para reducir la obesidad

Para ayudar a combatir los niveles de obesidad infantil en España (el 40,6% de los menores españoles tiene exceso de peso, según el último estudio Aladino) y para fomentar hábitos alimenticios saludables que prevengan la obesidad, Montaña propone, por un lado, gravar los productos no saludables como la bollería "igual que se ha hecho con las bebidas azucaradas". 

Por otro lado, señala que la necesidad de restringir la publicidad de determinados alimentos poco saludables "dirigidos a niños de edades tempranas, todavía sin un buen desarrollo del pensamiento crítico". "Los niños son la presa más fácil de la publicidad alimentaria y de todas, son los más vulnerables, hasta los ocho años no diferencian entre anuncios y noticias", agrega.

Un niño obeso es un adulto obeso

En España existe un marco normativo que se puso en marcha hace 15 años, cuando se desarrolló la Estrategia NAOS (Nutrición, Actividad Física y Prevención de la Obesidad). De ella derivó el Código PAOS, con el que se pretende regular la publicidad dirigida a menores para evitar promover la obesidad infantil. Sin embargo, la investigadora de la UOC señala que "hay carencias porque las advertencias pasan rápido y en letra muy pequeña", avisos que cumplen con la ley pero que "los niños no tienen capacidad crítica para diferenciar", por lo que pide "revisar las pautas éticas de la publicidad alimentaria infantil".

Montaña, que recuerda que un niño obeso es un adulto obeso, añade también la importancia de "realizar más pedagogía nutricional" tanto en las familias como en los centros escolares.

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