Uno de cada cuatro gijoneses, unos 69.000 en total, se van a dormir aguantando más ruido del aconsejable por la Unión Europea. Viven en calles donde se superan los 55 decibelios, la intensidad de una conversación normal. Esta es una de las conclusiones del nuevo mapa estratégico de ruidos presentado públicamente ayer en Gijón.

El mapa se ha elaborado midiendo únicamente los decibelios producidos por el tráfico urbano, el ferrocarril y la industria. No se ha tenido en cuenta el barullo producido en las zonas de copas durante los fines de semana, ni otro tipo de actividades molestas porque «este mapa no mide el ruido de carácter circunstancial», señaló Dulce Gallego, concejala de Medio Ambiente. Según dijo, el ocio nocturno se regula mediante el cumplimiento de la ordenanza y la concesión de licencias a los locales.

Los barrios donde es más difícil dormir tranquilo son La Arena y el Centro, sobre todo por los camiones que atraviesan la Avenida de la Costa. De hecho, el tráfico es la causa del 92% del ruido nocturno en Gijón. Los que peor lo llevan, sin embargo, son los vecinos de Serín y Veriña. Estas zonas rurales superan los niveles tanto por el día como por la noche debido a la proximidad de actividades industriales.

Por el día afecta al 16%

El ruido es más aceptable para los gijoneses durante el día y la tarde. De hecho, por las mañanas afecta a un 16% de la población, mientras que por las tardes la cifra desciende al 13%, unos 36.000 ciudadanos, aproximadamente.

Gijón sale bien parada si se la compara con otras ciudades. En Vigo el ruido nocturno excesivo afecta al 30% de los vecinos; en Bilbao, al 37% y en la capital de España a nada menos que el 92% de los madrileños, según la concejala de Medio Ambiente.

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