El Alto Tribunal de la Comunidad otorga toda credibilidad a la versión de la menor y determina que el nonagenario protagonizó una intromisión en la intimidad sexual de la niña, según la información facilitada por el Gabinete de Comunicación del TSJCyL.
La sentencia del Tribunal Superior de Justicia fue recurrida por la defensa del hombre argumentando la indefensión de su defendido, al sostener que no existieron tocamientos, y una vulneración de la prueba.
Los hechos se remontan a marzo de 2018, cuando el hombre se sentó en un banco de una céntrica de la capital burgalesa, donde se encontraba la menor, y se dirigió a ella para decirle que era muy guapa.
Tras preguntarle si tenía novio, el nonagenario continuó la conversación diciéndole que aparentaba 20 años, a lo que la menor, que le contestó que tenía 14.
Cuando la menor se levantó para marcharse, el hombre le tocó la pierna y un pecho, a la vez que trató de besarla en la boca.
Entonces, la niña salió corriendo hasta encontrarse con unas amigas, a las que le contó lo sucedido para, a continuación, llamar a su madre, que en un primer momento denunció los hechos pero posteriormente retiró la denuncia.
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