Un hombre juzgado en Vigo niega haber abusado de dos menores y vincula la denuncia a la venganza de una de las madres

Un septuagenario juzgado este lunes en la sección quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo, por dos supuestos delitos de abusos sexuales a menores, ha negado los hechos y ha atribuido la denuncia a la venganza de la madre de una de las niñas, con dijo que había mantenido una relación sentimental.

El acusado se ha sentado por segunda vez en el banquillo por estos hechos, ya que hubo un primer juicio (en julio de 2019), en el que resultó absuelto por falta de pruebas, pero el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) ordenó repetir la vista porque no se habían tenido en cuenta algunos "elementos probatorios" por parte del tribunal.

El ministerio fiscal acusa a este hombre de haber abusado sexualmente de una niña, hija de una mujer a la que conoció por su trabajo de camarera en una discoteca, y también de una amiga de esa menor. Según la acusación pública, el hombre les había pedido fotografías de ellas desnudas, e incluso les había hecho tocamientos.

En su declaración ante el tribunal, el hombre ha negado esos abusos, y ha señalado que una de las víctimas, hija de su conocida, era "como una nieta". Según su testimonio, se limitaba a llevarla a ella y, posteriormente, también a su amiga, al colegio o a las actividades extraescolares, y ha negado que les hubiera pedido fotografías desnudas.

Según ha afirmado, la denuncia de la madre de la primera fue un acto de vengaza, puesto que habían sido pareja y, como él cortó la relación, la mujer lo denunció. Asimismo, ha aseverado que, además de llevar a las niñas, ayudaba económica a la madre, que "era alcohólica".

TESTIMONIO DE LAS MADRES

Por su parte, la madre que interpuso la denuncia ha negado que tuviera ninguna relación sentimental con el acusado, aunque ha reconocido que éste les hacía regalos y actuaba como su "padrino" y "abuelo". Asimismo, ha relatado que conoció los hechos después de haber visto en el teléfono de su hija conversaciones inapropiadas con el acusado.

Según ha explicado, hacía tiempo había notado "un cambio de actitud" en la niña, que estaba "más rebelde", y por eso revisó las conversaciones del teléfono de la menor, y vio supuestamente que el acusado le pedía fotografías. "Me la llevé a Comisaría a poner la denuncia, yo pensé que solo le había pedido fotografías, pero allí me enteré de todo lo demás", ha añadido.

En el juicio ha prestado declaración la madre de una amiga de esta niña, que supuestamente también sufrió abusos por parte del septuagenario, aunque en menos ocasiones. Esta mujer señaló que se enteró de los abusos cuando la llamó la Policía, después de que se interpusiera la denuncia.

La mujer ha afirmado que, al conocer que el acusado "llevaba y traía a las niñas", le preguntó a la otra madre, quien le aseguró que el hombre era amigo de su familia y "de confianza". "Pero a mí no me gustaba", ha declarado.

INFORMES FINALES

La Fiscal ha explicado, en su informe final, que "los hechos han quedado suficientemente acreditados" y, aunque en el volcado de los datos de los teléfonos de las niñas no se encontraron fotos (las menores reconocieron que habían borrado todo), su testimonio es "creíble".

Así, ha señalado que las posibles contradicciones en las declaraciones de las menores se deben a la situación "vergonzante" que habían vivido, y ha subrayado que las conversiones entre el acusado y las niñas, en las que les decía que era "vidente" y que podría "desvirgarlas científicamente con un dedo", "eran bastante raras".

De hecho, ha recordado que el hombre llegó a afirmar en fase de instrucción que recibió fotos de las niñas, aunque no se las pidió, y que una de ellas "mandaba fotos desnuda a diestro y siniestro". "¿En qué cabeza cabe que no diga nada si recibe esas fotos de niñas?", ha cuestionado la representante del ministerio público.

Por su parte, la defensa ha incidido en el hecho de que, tras el volcado de la información de los teléfonos de las niñas, "no se encontró ni rastro" de las fotografías ni las supuestas conversaciones con el acusado.

Asimismo, ha puesto el foco en las "contradicciones" en las declaraciones de las niñas y sus madres, y ha apuntado que, dado que el acusado y la madre que denunció habían roto su relación, "puede haber un sentimiento de venganza" por parte de la denunciante. PETICIÓN DE PENAS

La Fiscalía ha mantenido su petición de penas que suman 14 años de cárcel para el acusado: 6 años por cada uno de los dos delitos continuados de abusos sexuales a menores, y 2 años por la tenencia ilícita de un bastón preparado para disparar (y que fue intervenido en un registro en casa del acusado).

Por su parte, la defensa ha solicitado la libre absolución de este hombre y ha reclamado al tribunal que, en caso de condena, se aplique la circunstancia atenuante de dilaciones indebidas, ya que los hechos denunciados ocurrieron hace más de 4 años.

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