Un tornado que duró diez minutos se abrió paso, a las 9.30 horas, por varios barrios de la ciudad, ocasionando «graves destrozos», según el alcalde, Josep Morns, y sin causar víctimas mortales.

Se trataba del cuarto tornado en menos de 24 horas en Barcelona –el aeropuerto de El Prat tuvo que ser cerrado el miércoles por otros dos, cancelando 42 vuelos–, aunque el Servei Metereològic de Catalunya asegura que «están por confirmar algunos más, ya que se han contabilizado 12 desde el lunes». Localidades colindantes a Barcelona, como Sant Boi del Llobregat, también se han visto afectadas por el azote de esta familia de tornados. Cada uno de ellos pudo alcanzar hasta 180 kilómetros por hora. Mientras sigan las lluvias no se descarta que haya más.

Incremento del fenómeno

Expertos del Instituto Nacional de Meteorología (INM) ya están en el lugar para evaluar su magnitud. «En los últimos años se ha registrado un incremento de tornados en Europa, y el debate se centra ahora en dotarnos de más medios para su prevención, como en los EE UU», dice Ángel Rivera, jefe de predicciones del INM. «Este incremento se puede deber a que tenemos mejores sistemas de detección, pero no hay que descartar el cambio climático».

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