El proyecto de la Policía Canaria lleva camino de quedarse muy por debajo de las expectativas marcadas por el Gobierno regional de Coalición Canaria y Partido Popular.

Y es que la limitación de competencia impuestas por el Estado sólo le va a permitir a estos agentes realizar funciones de vigilancia en edificios oficiales.

Una cuota de responsabilidad muy por debajo de lo previsto por el consejero impulsor de esta iniciativa, José Miguel Ruano, y que pone en seria duda la gigantesca inversión que supondrá su puesta en marcha, casi cinco millones de euros.

Al no poder interceder en la competencias de los cuerpos de seguridad del Estado, la popularmente conocida como Guanchancha no podrá ejercer labores de vigilancia del litoral, control de explosivos, inmigración irregular o control de las empresas de seguridad privada radicadas en el archipiélago.

De este modo la Policía Canaria deberá centrar su actividad en la vigilancia y protección de personas, órganos, edificios, establecimientos y dependencias de la comunidad autónoma.

Mientras, el parlamentario socialista Francisco Hernández Spínola ha desvelado que la directora general de Seguridad y Emergencias, Carmen Delia González, y el jefe de Servicio, José Antonio López Prieto, viajaron en fechas recientes a Israel para recibir formación de los cuerpos policiales israelíes.

"Tanto mi partido como los ciudadanos tienen derecho a sospechar que el Gobierno está creando un servicio de contraespionaje o contravigilancia", dijo el representante socialista.

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