Además se ha investigado al responsable de un restaurante, un hombre de 51 años, por receptar la mercancía supuestamente sustraída, acusado de un delito de receptación, según ha informado el instituto armado en un comunicado.

Agentes del Equipo Contra el Robo en el Campo (ROCA) de la Guardia Civil de Calpe, tras realizar inspecciones y conversaciones con los agricultores, recibieron información sobre hurtos continuos de aguacates que sufrían los trabajadores. A raíz de las revelaciones, los efectivos pusieron en marcha este dispositivo, que permitió la identificación de dos miembros, un hombre y una mujer, que mantenían una relación sentimental, residentes en la localidad de Benidorm.

La investigación determinó que la pareja había vivido durante largos periodos de tiempo en Callosa d'en Sarrià y Altea, lo que corroboraba que conocían perfectamente los municipios dónde se habrían llevado a cabo la mayoría de hurtos. Asimismo, descubrieron la existencia de una tercera persona implicada en la supuesta autoría de los hechos, que se trataba de un peligroso varón con antecedentes por asesinato y tráfico de drogas internacional.

Los tres integrantes, muy activos y especializados en la comisión de hurtos, tenían roles perfectamente definidos, puesto que uno de los varones era pleno conocedor de las zonas de cultivo de aguacates en las localidades de Altea, Callosa d'en Sarrià y Polop. Mientras tanto, el otro componente proporcionaba el vehículo para el transporte de los productos supuestamente robados. Por su parte, la mujer se encargaba de captar a los clientes para la posterior venta.

MODUS OPERANDI

Las pesquisas llevadas a cabo por los agentes han esclarecido que el grupo actuaban a primera hora de la tarde o cuando caía la noche para así evitar ser vistos. Primero elegían la zona en la que iban a cometer el delito y tras realizar una mínima planificación, acudían por separado al punto establecido.

Una vez en el terreno, se coordinaban para sustraer lo más rápido posible el producto directamente del árbol y sólo recolectaban los que tenían a mano para no perder tiempo para después volver a Benidorm o Altea, localidades en las que vendían la fruta.

Posteriormente, en la localidad de Altea, dónde ya contaba con algunos compradores habituales, la mujer realizaba la venta de los productos traídos directamente del campo, de forma ambulante en una plaza muy concurrida del pueblo.

Igualmente, en Benidorm, además de ofrecer directamente a los viandantes la fruta, el grupo también llevaba a cabo la comercialización directa a establecimientos de hostelería y a pequeños comercios, que eran atraídos por el bajo precio del producto.

Los agentes han determinado que algunos compradores, pese a conocer su procedencia ilícita, aprovechaban la ocasión para adquirirlo a un precio mucho menor. Por ello, se ha investigado a un varón, propietario de un restaurante, por un delito de receptación de los productos sustraídos.

Entre otros hechos delictivos, los agentes constataron que en una zona concreta de Callosa d'en Sarrià, los autores cometieron más de cinco hurtos de grandes cantidades de aguacates, cuatro de ellos en la misma explotación agrícola.

Por todo ello, la operación ha culminado con la detención de tres personas por su implicación en la comisión de al menos 11 delitos de hurto de aguacates y otro delito de pertenencia a grupo criminal. Así como la investigación de otra por un delito de receptación.

Tras pasar a disposición judicial, se ha decretado la libertad con cargos para todos ellos. Asimismo, el vehículo utilizado para el transporte de los efectos robados ha sido también intervenido.