València inadmite el PAI de Benimaclet y exige a la urbanizadora menos pisos y más terciario y zonas verdes

  • El Ayuntamiento rechaza la propuesta de Metrovacesa y pide eliminar las grandes torres de viviendas de la zona central.
  • ​La vicealcaldesa Sandra Gómez aboga por un 'ecobarrio' en el que las dotaciones públicas estén a menos de 15 minutos.
  • Uno de los condicionantes pasa por naturalizar la ronda norte a través de su integración paisajística en la zona de huerta.
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Propuesta de Metrovacesa para el nuevo PAI de Benimaclet
Propuesta inicial de Metrovacesa para el PAI de Benimaclet
METROVACESA - Archivo
Propuesta de Metrovacesa para el nuevo PAI de Benimaclet

El plan urbanístico (PAI) del barrio de Benimaclet tendrá que adecuarse a la noción de ciudad 15 minutos que propugna el área de Desarrollo Urbano del Ayuntamiento de València para que las dotaciones públicas sean accesibles y estén integradas en el entorno. 

La vicealcaldesa y responsable de este departamento, Sandra Gómez, ha anunciado este lunes la inadmisión a trámite de la propuesta de planeamiento de Metrovacesa, actual titular del plan, lo que conllevará una redefinición del mismo. No se desclasificará el suelo, como piden colectivos vecinales y sociales, pero tampoco se llevará a cabo la propuesta inicial que preveía 1.400 viviendas libres y torres de más de 30 alturas junto a la huerta.

Gómez ha confirmado que este mismo lunes ha firmado la inadmisión a trámite del PAI, que se tendrá que reformular bajo los parámetros de la Agenda 2030, es decir, enfocado hacia la sostenibilidad ambiental y económica, el equilibrio dotacional y residencial y el respeto a la edificación histórica y tradicional del entorno.

El principal cambio tiene que ver con la "mezcla de usos" que quiere imprimir el Gobierno municipal a los barrios: residencial, terciario y dotacional público, que propicie una ciudad de núcleos autosuficientes en los que un centro de salud, un colegio o un centro social no estén a más de 15 minutos caminando o en transporte público.

En este sentido, el PAI de Benimaclet deberá tener "al menos" un 20% de su edificabilidad destinada a uso terciario, "pero no para centros comerciales, sino para empresas de alto valor añadido e innovadoras que sean fuente de creación de empleo" y que se encontrarían cerca de los campus universitarios, ha explicado Gómez.

La reformulación del PAI pasa por conseguir un barrio "en consonancia con la tipología histórica" de Benimaclet. "No queremos grandes torres de 35 alturas con piscina y centro social, pero tampoco una urbanización de adosados", ha ejemplificado la vicealcaldesa. Por ello, el modelo propugna rebajar las alturas de los edificios, sobre todo en la zona central del PAI (es decir, salvo en las avenidas Alfahuir y Cataluña), lo que debe permitir una transición hacia la huerta que evite el efecto barrera.

De hecho, se calcula que el número total de viviendas bajaría de 1.400 a unas 1.000, tanto por el aumento de suelo terciario como por la reducción de suelo privativo de las urbanizaciones. Aun así, se mantendrán las 351 viviendas públicas para colectivos vulnerables a precios asequibles.

Otro de los condicionantes tiene que ver con las zonas verdes. El Ayuntamiento exigirá el diseño de un gran parque de proximidad, pero a la vez de ciudad, de 60.000 metros cuadrados de superficie, en el que se potencien todos los elementos históricos vinculados a la huerta y en el que pueda haber espacio para los huertos urbanos, siguiendo el modelo de Malilla.

El cuarto condicionante insta a realizar estudios paisajísticos para integrar la ronda norte con el barrio y la huerta perirubana. En este punto se contempla tanto la creación de miradores como la naturalización de la vía, así como un paseo peatonal que conecte caminos históricos como el de las Fuentes o el de Farinós, actualmente interrumpidos por la ronda. "Se incluirá como cargas urbanísticas del PAI, para hacerlo más amable", ha añadido Gómez. 

Además, el nuevo concepto de ecobarrio aboga por la sostenibilidad energética mediante la instalación de placas solares, la gestión de aguas pluviales o el diseño de los propios edificios.

Un proyecto para el actual mandato

Tras años de discrepancias, reivindicaciones y bloqueo, esta propuesta es "la posición de Urbanismo y del Gobierno municipal", según ha recalcado la vicealcaldesa, que se pone como límite temporal para llevarla a cabo en el actual mandato municipal, es decir, hasta 2023.

Por el momento, la urbanizadora tendrá que presentar otra propuesta con los nuevos parámetros indicados por el Ayuntamiento. Gómez ha indicado que, si decide no hacerlo, podría ser el propio Consistorio el que se encargara de elaborar el nuevo planeamiento. En cualquier caso, ha descartado cualquier tipo de indemnización, dado que el PAI no se anula, sino que tendrá que reformularse.

Para Compromís es "claramente insuficiente"

El grupo municipal de Compromís en el Ayuntamiento de València ha calificado de "insuficiente" la propuesta que el área de Urbanismo, dirigida por el PSPV-PSOE, ha presentado este lunes sobre el PAI de Benimaclet, ya que "se le da la última palabra sobre esta actuación urbanística a la constructora Metrovacesa".

Para Compromís, socio de los socialistas en el Gobierno local, es imprescindible llegar "a un consenso" y "a un acuerdo" entre los miembros del Ejecutivo, ya que se trata de un "tema de futuro" y de "mucha importancia" para la ciudad de València que requiere "el diálogo y el acuerdo" de las dos formaciones, "como se ha hecho siempre por parte de los dos partidos en el resto de cuestiones de estas características".

Así, desde Compromís per Valencia se ve "positivo" el hecho de no admitir el planeamiento actual presentado por Metrovacesa para el PAI de Benimaclet, pero se valora como "claramente insuficiente", ya que "la constructora con sede en Madrid continuaría siendo la promotora del PAI cuando, en cambio, existe la opción al alcance para que sea el propio Ayuntamiento el que defina, directamente, los criterios de la actuación urbanística y contando con los vecinos, con todos los beneficios que ello conllevaría", apuntan fuentes de esta formación.

"Desde Compromís apostamos por un urbanismo alejado de la especulación, es decir, por un urbanismo del siglo XXI, que respete el medio ambiente, que ponga en valor y proteja la huerta de la ciudad, que sea democrático y en el que los vecinos y vecinas del barrio puedan participar en la elaboración de la actuación urbanística. Para nosotros es imprescindible ir de la mano de los vecinos, poniendo los intereses de la gente por delante de los de una gran constructora que busca legítimamente su beneficio económico", añaden desde el grupo municipal.

Compromís per València convocará una Ejecutiva extraordinaria para tratar los próximos pasos relativos a esta cuestión.

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