Qué han hecho en Australia para conseguir llevar una vida normal en plena pandemia mundial

Una trabajadora sanitaria realiza una prueba de coronavirus a una conductora en Melbourne, Australia.
Una prueba de coronavirus a una conductora en Melbourne, Australia.
JAMES ROSS / EFE
Una trabajadora sanitaria realiza una prueba de coronavirus a una conductora en Melbourne, Australia.

Más de 4.000 personas llenaron las gradas, sin mascarilla ni distancia física de seguridad, el pasado viernes en el Memorial Drive Tennis Club, ubicado en Adelaide (Australia del Sur). Estas imágenes han dado la vuelta al mundo, que se enfrenta a la tercera ola de la pandemia del coronavirus con un repunte diario de contagios y muertes. 

Así, miles de personas asistieron a los partidos de exhibición previos al Open de Australia, que comenzará el próximo 8 de febrero de 2021, mientras que en otros países como España se incrementan las restricciones para hacer frente a la transmisión de la Covid-19.

¿Cuál es la situación epidemiológica actual en Australia?

Pero, ¿por qué es posible realizar este tipo de eventos? Las restricciones en Australia se han relajado debido a la baja incidencia acumulada en el país y al reducido número de nuevos casos de coronavirus. 

Esta situación de normalidad se debe a que actualmente solo hay 59 casos activos en todo el territorio y 10 personas permanecen hospitalizadas a causa de la Covid-19, según el Departamento de Salud del Gobierno de Australia

De hecho, desde que comenzaron a registrarse los primeros casos en marzo en todo el mundo, Australia ha detectado algo menos de 29.000 contagios y el número de fallecidos asciende a 909.  

"Australia ha registrado 14 días consecutivos sin casos adquiridos localmente. La última vez que Australia registró 14 días consecutivos sin transmisión comunitaria fue entre el 16 y el 29 de febrero de 2020", comunicaba este domingo en su cuenta oficial de Twitter el ministro de Salud, Greg Hunt.

Por ello, gracias a estas cifras tan positivas, se ha abierto la posibilidad de iniciar una burbuja de viajes con las islas del Pacífico. "Si los países del Pacífico son capaces de demostrar que están en el nivel de riesgo más bajo -y lo están haciendo extraordinariamente bien- y somos capaces de poner las protecciones adecuadas, entonces bien podríamos expandir esa burbuja", afirmó el ministro de Salud en declaraciones recogidas por EFE.

Cierre de fronteras desde marzo y estrictas cuarentenas

Principalmente, las claves por las que Australia apenas registra contagios han sido las estrictas medidas de confinamiento y las restricciones de movilidad durante 2020. Desde el pasado mes de marzo de 2020, Australia mantiene sus fronteras cerradas a viajeros internacionales y apuesta por seguir con esta medida a lo largo de 2021, aunque la mayoría de su población sea vacunada, según han subrayado fuentes del Gobierno.

Así, las únicas personas que pueden viajar a Australia son los ciudadanos y ciudadanas de allí, las personas residentes, los miembros de la familia inmediata y los viajeros que hayan estado en Nueva Zelanda en los 14 días previos, siempre que pasen la cuarentena establecida al llegar, así como diplomáticos u otras excepciones.

Una parte esencial de esta estrategia de control es la geografía de Australia, al ser una isla de gran extensión y estar aislada. En este sentido, Australia tiene un estricto control de las cuarentenas para viajeros que entren en el país, por el que tienen que permanecer 14 días en un establecimiento en cuarentena, aunque presenten resultado PCR negativo. Cualquier pasajero debe someterse a esta prueba 72 horas o menos antes de coger el vuelo para poder entrar en el país.

Confinamientos severos ante pequeños brotes

Otra de las medidas adoptadas por el ejecutivo australiano para reducir sus contagios a prácticamente cero han sido los serios confinamientos decretados en las diferentes zonas del país ante el mínimo brote, además de la capacidad del sistema de rastreo y de las pruebas de detección.

Los profesionales sanitarios han realizado cerca de 13 millones de pruebas en Australia para la detección de casos desde el comienzo de la pandemia y la tasa media de positividad es del 0,2%. En el último día, el número de pruebas realizadas en todo el territorio superan las 30.000, según los datos del Departamento de Salud.

El último Estado en superar un rebrote detectado a mediados del mes de diciembre de 2020 ha sido Nueva Gales del Sur, concretamente en las playas del norte de Sidney. El ejecutivo impuso una dura cuarentena en la zona que obligó a confinar a cerca de 250.000 personas durante dos semanas

Uno de los confinamientos más severos tuvo lugar durante el verano en Melbourne, capital del Estado de Victoria, cuando el primer ministro, Daniel Andrews, declaró en agosto el toque de queda y el estado de desastre en toda la región. Un mes antes, las autoridades australianas también impusieron un confinamiento de seis semanas en esta capital, que tiene casi cinco millones de habitantes. 

Este mismo domingo, las autoridades del Estado de Australia Occidental han declarado cinco días de confinamiento en Perth, Peel y el Suroeste tras detecar un caso positivo y tratarse del primer caso de transmisión comunitaria registrado en este territorio en casi 10 meses.

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