La Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC) ha informado de que en la primera ola de la pandemia fallecieron 471 de los 1.525 pacientes ingresados que fueron analizados en un estudio, lo que supone el 30,9 % del total y triplica la mortalidad en estas dependencias respecto a datos anteriores a la COVID-19.
Son algunos de los datos estudiados esta semana en un seminario sobre "Infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria en pacientes COVID-19 ingresados en UCI durante la primera ola de la pandemia", en el que también se presentaron los primeros datos del Registro ENVIN 2020, que analiza las infecciones adquiridas en las UCI de nuestro país, según un comunicado de SEMICYUC difundido este viernes.
El Registro analizó a 1.525 pacientes de 61 UCI de 54 hospitales de todo el país (incluyendo las extendidas), del total de ingresados en ucis entre el 1 de marzo y el 31 de mayo de 2020.
Los intensivistas explican que se constató una correlación clara entre la gravedad con la que entraban en las uci, la mortalidad (llegando al 57 % en los casos más graves) y la edad, y cifraron en 67 años la media de los pacientes fallecidos.
Durante el citado período, la media de edad de los pacientes en ucis era de 62,6 años (el 61,7 % estaba en el rango entre 40 y 69 años) y un 71,54 % eran varones, lo que supone un "cambio con la tónica anterior al coronavirus", cuando el rango más habitual era el de 40 a 59 años.
El informe también refiere a estancias más largas "con una media de 21 días y una mediana de 16”.
En cuanto al soporte artificial, el 82 % de los pacientes necesitaron ventilación mecánica, y un 14,2 % requirieron técnicas de depuración extrarrenal, frente al 40,18 % y 5,37%, respectivamente, de 2019.
Registro ENVIN
El registro ENVIN recoge 957 infecciones entre los 1.525 ingresados, de las que el 35 % fueron neumonías asociadas a ventilación mecánica (además, un 19 % de infección del tracto urinario-sonda vesical y un 18% de bacteriemia relacionada con catéter).
El 36,33 % de los pacientes presentaron al menos una infección nosocomial relacionada con dispositivos invasores, un dato que supone una importante subida con respecto al periodo pre-COVID, en el que se llegó a bajar la incidencia por debajo del 5 %.
Además, el informe señala que al 68,2 % de los fallecidos se les aplicó la técnica decúbito prono, así como al 52 % de los que lograron superar la enfermedad.
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