Los vecinos de la calle Toledo vuelven a sus casas una semana después

  • El Ayuntamiento finaliza el derribo de las dos plantas superiores y Gas Natural devuelve la corriente a los bloques.
Dos vecinos observan los trabajos de demolición en el edificio de la calle Toledo, en Madrid.
Dos vecinos observan los trabajos de demolición en el edificio de la calle Toledo, en Madrid.
Jorge París
Dos vecinos observan los trabajos de demolición en el edificio de la calle Toledo, en Madrid.

Los vecinos del bloque 102, el más afectado por la explosión del edificio de la calle Toledo 98, pasarán la primera noche en sus casas tras el siniestro. A lo largo de esta tarde el Ayuntamiento concedía la autorización para dicho regreso con la "garantía" de que el edificio de viviendas es seguro desde el punto de vista estructural.

Pese a que "aún quedan pequeños daños internos", el delegado de Urbanismo, Mariano Fuentes, garantizaba su habitabilidad: "Se encuentra conforme. Se han realizado los trabajos de tapado de huecos y de mejora de la cubierta que se encontraba afectada". Así, los vecinos del bloque 102 abandonaban el hotel Gavinet, donde habían sido realojados durante toda una semana por motivos de seguridad. 

Estos inquilinos eran los últimos en retomar la normalidad. Sus vecinos de los bloques 104 y 106 pudieron volver dos días después de la explosión. Los que aún tendrán que esperar unos días más son los alumnos del colegio concertado La Salle, que ahora siguen las lecciones desde casa. "Todavía nos queda retirar todos los escombros del patio del colegio procedentes de la demolición". Esto podría alargarse otras dos semanas: Nos hemos puesto en contacto con la directora del colegio y, en función de la decisión que tomen los propietarios, podrían volver a las aulas el próximo 8 de febrero", señalaba Mariano Fuentes en las inmediaciones de la glorieta Toledo.

El 'antes y después' del edificio de la calle Toledo.

A las 18.00 horas, las máquinas concluían el desmontaje de la sexta planta y paraban motores para que Gas Natural pudiera acceder a la zona. Y es que tanto el bloque 102 como el 94 estaban sin corriente. "A lo largo de la tarde se van a realizar dos acometidas para que puedan tener suministro" estos vecinos, explicaba.

Los técnicos municipales devolvían la normalidad a los vecinos y daban por finalizado el grueso de sus trabajos en el edificio siniestrado. "Por parte de la contrata se está finalizando la demolición del torreón y de la planta sexta del edificio. Se han demolido dos plantas íntegramente", explicaba este mediodía el delegado. Es decir, de los siete pisos que tenía el edificio, solo el estado de las dos superiores ha sido considerado peligroso. Según los técnicos –a diferencia de lo que creían hace unos días–, "la quinta planta no corre riesgo".

"Nuestra misión es garantizar que el edificio se encuentre tapado y se tenga seguridad para que no se generen daños en la calle y en el colegio adyacente"

Ahora, todo depende de la decisión que tome la propietaria del inmueble: o bien mantiene el resto de bloques o los tira abajo. El próximo viernes el Ayuntamiento se reunirá con el Arzobispado de Madrid para llegar a una conclusión. Si se diera el primer caso, el Arzobispado tendría que elaborar un proyecto de reforma y el Ayuntamiento se encargaría de retirar las grúas y perimetrar el edificio para evitar caídas de elementos hacia la vía pública. En el segundo escenario, el área de Urbanismo procedería al tapiado del edificio que, según Fuentes, "estaría listo en unos pocos días. Nuestra misión es garantizar que el edificio se encuentre tapado y se tenga seguridad para que no se generen daños en la calle ni a los viandantes", indicaba.

De esta decisión también dependerá la reapertura de la calle Toledo –actualmente cerrada al paso– y la vuelta a las aulas. Solo en el caso de que decidan tapiarlo, los alumnos y viandantes recuperarán la normalidad.

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