La situación de Miguel Ángel y su pareja, Juana, es desesperada. Si nada lo impide, hoy a las 16.00 horas les habrán cortado la luz en su casa recién comprada en Pliego. El motivo, según ellos, es que están todavía con la luz de obra.

Todo comenzó cuando les dieron la casa. En ese momento no les suministraron servicio eléctrico, sino que se mantuvo el de la obra, insuficiente para 12 viviendas. Según Miguel Ángel, una inspección de Iberdrola determinó que el contador había sido manipulado. Además, el promotor dejó de pagar y los vecinos se hicieron cargo de los costes, a pesar de que el contrato sigue a nombre de la empresa. Pero no todos pueden asumirlo.

«Mi mujer tiene un 89% de discapacidad, es invidente, tiene epilepsia, osteoporosis y fibromialgia», explica Miguel Ángel. El hijo de ella, que vive con la pareja, tiene un 65% de discapacidad. Por si fuera poco, llevan 15 meses esperando una ayuda a la dependencia. «Estoy en paro y tengo que pagar una hipoteca de 900 euros. Mi subsidio es de 700 euros y mi mujer tiene una paga de 300 por minusvalía».

Por si fuera poco, el ascensor no va, la luz se va «cada tres minutos» y no tienen rampa de acceso al edificio.

Miguel Ángel no se explica cómo el Ayuntamiento de Pliego pudo conceder la cédula de habitabilidad.

Fuentes de Iberdrola aseguraron ayer que el corte del servicio eléctrico se va a producir por impago y que han pedido al Consistorio la cesión de un terreno anexo al edificio para instalar un transformador, pero no han recibido respuesta. La alcaldesa de Pliego, Isabel Toledo (PP), tampoco se puso al teléfono tras las llamadas de 20 minutos.