La intención de este movimiento cultural es lograr que el Ayuntamiento, que quería dedicar el edificio que ocupan los números 9 y 11 de Nosquera a un centro de emprendedores, les ceda legalmente el inmueble para desarrollar allí sus proyectos. Lo primero que pretenden conseguir es la firma de un documento legal que les permita seguir allí hasta final del año –algo que podría materializarse en primavera– y, a partir de entonces, trabajar para certificar la cesión.

El principal problema es el limbo legal en el que se encuentra La Casa Invisible, con ciertos servicios, como la electricidad, que reconocen no saber quien sufraga. Es decir, el Ayuntamiento conoce su existencia, y la tolera, pero aún no ha dado el visto bueno que les permita establecerse legalmente y regularizarse.

Convenios con dos universidades

La Casa Invisible ha firmado un convenio con el Museo Reina Sofía de Madrid para financiar un ciclo de seminarios con filósofos y sociólogos de toda Europa. El primero de ellos se celebrará el 21 y 22 de marzo. Además, a través de su Universidad Libre y Experimental, se ha llegado a un acuerdo con la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) para desarrollar en 2009 y 2010 una investigación «sobre la producción cultural anómala, que escapa a las instituciones más típicas», según Fernández. Esta iniciativa se plasmará en un libro.