Su padre, Francisco Javier Aguilera, ha explicado que "los dos primeros cursos fueron excelentes, a pesar de que el niño tuvo numerosos brotes de su enfermedad, pero el problema vino este año con el cambio de la profesora de apoyo a niños con trastornos".

En este curso, el niño ha tenido numerosos problemas tanto con otros alumnos como con profesores, "que han llegado a provocar que se autolesionara al golpearse fuertemente contra los azulejos del baño", ha explicado Aguilera. "Lo que otros años, con una buena dosis de paciencia se resolvía sin problemas, en este curso se soluciona agarrando al chico fuertemente contra la pared u obligándole a limpiar los restos de sangre que dejó por sus lesiones", ha dicho.

Sanciones

No obstante, la gota que colmó el vaso para este padre y que fue lo que le ha motivado a pedir ayuda al Defensor del Menor, según su relato, han sido las repetidas sanciones que se le han impuesto a su hijo por hechos ocurridos mientras sufría brotes de su enfermedad. C

Según el expediente de Educación, en octubre de 2008 se le castigó al menor con una semana sin recreo, del 21 de enero al 20 de febrero de 2009 con un mes sin actividades extraescolares y, dentro de ese periodo, del 21 de enero al 27 de enero, una semana de expulsión del centro.

El mismo tratamiento

La dirección del centro educativo Campiña Verde, ha manifestado que "creemos que el caso está cerrado, ya que incluso el niño tiene un mejor comportamiento desde la expulsión, por lo que no vamos a hacer más declaraciones".

No obstante, ha señalado que el niño está recibiendo el mismo tratamiento que el resto de compañeros por parte de la profesora de apoyo y del resto de docentes, ya que en nada es diferente a los demás niños, "salvo en su capacidad intelectual, que llega a ser superior a la media y cuenta con muy buenas notas".

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