El uso de algas en la gastronomía se ha convertido en toda una tendencia, pero lo cierto es que desde hace años se consumen determinados tipos de algas como suplemento nutricional. Es el caso de fucus vesiculosus, un alga comestible rica en minerales y vitaminas que se ha utilizado tradicionalmente para el tratamiento del reumatismo y la artritis, aunque en los últimos años también se utiliza para dietas de adelgazamiento.
Se conoce vulgarmente como sargazo vesiculoso y es un alga marina de color marron oscuro que se puede encontrar en las rocas de las costas y que proviene de las zonas costeras del mar del Norte y de los océanos Pacífico y Atlántico.
¿Para qué se utiliza?
El fucus se ha utilizado como medicina alternativa al tener efecto laxante y diurético ya que, además de minerales y vitaminas, contiene una importante cantidad de mucílagos. Al ser ingeridos con bastante líquido "provocarán una sensación de saciedad y actuarán sobre el tránsito intestinal", destaca la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
Este alga se puede encontrar como suplemento dietético en forma de pastillas o comprimidos, aunque también es posible encontrar fucus en extractos o triturados para ingerirlo en bebidas. Contiene una importante cantidad de yodo, que puede acelerar el metabolismo y repercutir en la actividad de la tiroides. Esto hace que pueda suponer un riesgo en determinadas personas.
Según una revisión farmacológica publicada en Elsevier, "debido principalmente a su contenido en ácido algínico, el fucus se hincha en contacto con el agua, produciendo un considerable aumento del volumen", por lo que induce a una "sensación de saciedad" y a una "acción laxante mecánica".
Por otro lado, por su alto contenido en mucílagos, el fucus "ejerce un efecto retardante en la absorción de nutrientes", por lo que disminuye la absorción de "ácidos biliares y de colesterol". Asimismo, los polisacáridos del fucus hacen que prevenga "la deshidratación de los epitelios" y que tenga un "efecto protector y suavizante sobre la piel y las mucosas".
En cuanto a los efectos del yodo, cuya concentración no debe soprepasar los límites establecidos, este alga "estimula el metabolismo basal al inducir la estimulación de la glándula tiroidea".
¿Cuáles son sus posibles efectos adversos?
A pesar de sus efectos, su uso puede no ser seguro en determinadas situaciones. De hecho, debido a su alto contenido en yodo, hace que se desaconseje su consumo "por la posibilidad de producir alteraciones de tiroides" ya que "ha originado casos de hipertiroidismo", añade la OCU.
En este sentido, las reacciones adversas a bajas dosis pueden ser mínimas, como un leve dolor abdominal, pero no se recomienda su ingesta en personas con problemas cardiovasculares, con hipertensión o que sufran trastornos de ansiedad.
Según MedlinePlus, "no es posiblemente seguro" durante el embarazo y la lactancia y, además, puede provocar interacciones con otros medicamentos. En el caso de estar tomando litio, la combinación puede aumentar de forma significativa los niveles de las tiroides. Por tanto, antes de comenzar a ingerir esta sustancia vegetal, lo más importante es acudir a los profesionales sanitarios para que evalúen los posibles efectos sobre la salud.
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