El objetivo de esta reforma es contar en un mismo documento con la normativa que ordene lo que el centro puede y debe considerar para diseñar procesos de enseñanza, a través de los valores de la diversidad, inclusión, igualdad, colaboración y calidad.

La norma reforzará la autonomía de los centros para que desarrollen las acciones de este ámbito a través de su proyecto educativo, tanto en materia de bienestar como de igualdad y convivencia.

Por primera vez, añade el departamento autonómico, se hará referencia al desarrollo social y emocional del alumnado y al desarrollo personal y profesional de los docentes, en una escuela "entendida como modelo ya gente activo", y de las entidades que participan en la atención de los estudiantes.

El conselleiro de Cultura, Educación e Universidade, Román Rodríguez, se reunió este mismo lunes con representantes de 46 entidades de atención las diversidad para recoger aportaciones al texto que desarrollará el Decreto 229/2011, que regula esta materia en los centros educativos.

Rodríguez ha destacado la necesidad de "abordar ya" el desarrollo normativo del decreto tras "diez años" desde su aprobación, y hacerlo "de modo coordinado y consensuado" con los diferentes colectivos implicados, que son "los que disponen de un conocimiento profundo" de las realidades que atienden.