El Gobierno recela de Ibai Llanos como abanderado 'influencer' de pagar impuestos en España

Los 'youtubers' Ibai y El Rubius.
Los 'youtubers' Ibai y El Rubius.
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Los 'youtubers' Ibai y El Rubius.

El rumor de lo que ocurría en Internet recorrió el Ministerio de  Hacienda, la Agencia Tributaria y hasta las salas de máquinas de Moncloa con una mezcla de déjà vue, orgullo y escepticismo. Ibai Llanos, un 'youtuber' con una millonaria legión de seguidores, saltó hace unas semanas a la moqueta política con un encendido discurso a favor de tributar en España y de que quienes más dinero tienen paguen más impuestos. De repente, un 'ser llegado de otro planeta' se plantaba en medio del debate fiscal con un discurso casi calcado al que defiende el Gobierno que todavía colea. Sin entrar a fondo en la "pedagogía" fiscal que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, cree que hay que hacer, el 'streamer' decía a la cara de millones de adolescentes y veinteañeros que pagar impuestos es "justo" y que deben contribuir más quienes más tienen.

El mensaje de Llanos fue respaldado por otras estrellas digitales pero, como reacción, uno de los 'youtubers' más conocidos de YouTube y Twitch hacia fuera, El Rubius, anunciaba justo lo contrario, que se marcha a Andorra harto de pagar impuestos en España, prolongando en el tiempo el debate. No solo un debate de cantidad, también de calidad, por cuanto se dirige a los más jóvenes.

En este contexto, el Gobierno ha permanecido desaparecido. Y lo ha hecho a propósito. Ha optado por mantener un perfil bajo, no pronunciándose sobre el intercambio dialéctico sobre el pago de impuestos que se producía entre verdaderos líderes de opinión y eligiendo deliberadamente no establecer contacto ninguno con los de su 'bando', Ibai Llanos y demás defensores de la tributación en España. 

Lejos de abrazarlos como nuevos aliados de la Hacienda Pública, en Moncloa han decidido andarse con pies de plomo ante quien consideran un líder de opinión equiparable a las 'reinas de la mañana' de la televisión pero cuyos códigos, admiten, son incontrolables, como también puede serlo su reacción si se le hubiera ofrecido hacer algún tipo de campaña oficial a favor del pago de impuestos.

Es algo sobre lo que se ha reflexionado en los últimos días en el Gobierno, que ha decidido dejarlo estar. El motivo es que, aunque se le reconoce como un verdadero líder de opinión, su estrellato se basa en la audiencia y en una estrategia comercial que hoy puede pasar por defender el pago de impuestos y mañana, por atacar a la ministra de Hacienda. A Ibai Llanos puede no importarle, porque al día siguiente pasará a otra cosa, pero el Gobierno tiene claro que sí le importa que se le vuelva en contra con una eventual campaña contra Montero o cualquier otro de sus ministros.

"Aquí no sabes qué va a pasar porque para ellos puede ser efímero", dicen en Moncloa, que no dudan en subrayar el enorme potencial que tienen personas con semejante legión de seguidores, jóvenes además.

A quienes, por el contrario, anuncian su marcha a Andorra y el sinsentido de pagar impuestos, el mensaje que llega de la Agencia Tributaria es que, en términos generales, la ley persigue a quienes lo dicen pero no se van realmente y siguen viviendo en España. Y que cambiar el domicilio fiscal realmente y de acuerdo a la ley es algo que está al alcance de muy pocos profesionales y de muchos menos 'influencers' como pudiera parecer. Difícil marcharse a Andorra

Vacunación contra la Covid

Sin embargo, la desconexión del Gobierno con este mundo no siempre ha sido así. De hecho, hace muy poco que un ministro del Gobierno habló en público de Ibai Llanos. Fue el titular de Sanidad, Salvador Illa, que a principios de año afirmó que él y su familia entraron en 2021 viendo las campanadas que presentó en su canal de Twitch y que reunieron a  más de medio millón de espectadores.

"Ha sido divertido y nos lo hemos pasado muy bien. Gracias Ibai por trabajar para que más gente se quede en casa", tuiteó Illa, un mensaje con más fondo de lo aparente, porque, al contrario de lo que ha ocurrido ahora con ocasión del pago de impuestos, el Gobierno había contactado con él y con otros 'influencers' para preparar una campaña, no lanzada finalmente, en favor de la vacunación contra la Covid.

Si Sanidad hubiera detectado rechazo a la vacuna entre los españoles más jóvenes sí habría recurrido a Llanos y otros 'influencers', como ya hizo para concienciar sobre el uso de la mascarilla.

Cosa distinta es seguir la corriente de las estrellas defensoras del pago de impuestos. Aquí el Gobierno no ha sabido cómo entrarles.

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