Tanto Lydia como Mario reconocieron en sus presentaciones en la entrega de First dates de este jueves que tenían un carácter difícil de tratar, pero la murciana afincada en Madrid fue un poco más allá.
El primero en llegar al local de Cuatro fue el madrileño: "Reconozco que tengo un carácter complicado porque no le suelo bailar el agua a nadie, soy un poco mío, por decirlo de alguna manera", afirmó Mario.
Carlos Sobera quiso saber la principal virtud que debería tener una chica para conquistarle: "Que respete mi forma de vivir porque le dedico muchas a mi deporte, el ciclismo, y compito en un equipo".
A continuación, llegó Lydia, que señaló que "mi carácter es difícil porque tengo muy mala hostia". Y continuó explicando que "por ejemplo, si me despiertas por la mañana, a lo mejor ese día dejas de vivir, tal cual".
La fisioterapeuta quiso destacar que "soy exigente en el amor con mis parejas y les pido que comprendan, que no sean agobiantes porque soy una persona muy independiente porque todo lo hago sola". Y también le contó a Sobera que "todo lo hago yo, conmigo misma".
Ambos comensales, al conocerse, se gustaron y emplearon el tiempo que dispusieron cenando para conocerse un poco más y encontrar esos puntos en común para poder tener más citas fuera del restaurante de First dates.
En un momento de la velada, la murciana se fue al baño para hacer una videollamada a una amiga y comentar la cena con su cita: "El chaval no está mal...", le dijo mientras el soldador esperaba en la mesa.
Al final, Lydia sí que quiso tener una segunda cita con Mario porque "me lo he pasado muy bien". Decisión que sorprendió al madrileño, pero él también quiso volver a quedar "para conocerla mejor".
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