Carnero ha participado este miércoles, vía telemática, en el Consejo Consultivo presidido por Planas, previa al Consejo de Ministros de Agricultura de la Unión Europea que tendrá lugar el próximo día 25.

Respecto a la puesta en marcha del Programa de Recuperación, Transformación y Resiliencia que tendrá que presentarse próximamente a la Comisión Europea para su aprobación, Carnero ha insistido en que la financiación que este Programa destina específicamente al sector agroalimentario "es muy escasa", teniendo en cuenta que España sólo recibirá 1.769 millones de euros de los más de 70.000 que tiene asignados de ayudas no reembolsables, contando con la pesca y los 718 millones que se incorporarán a los Programas de Desarrollo Rural españoles como fondos Next Generation.

En ese sentido, el consejero ha añadido que "es importante" que el sector agroalimentario pueda acceder a otras líneas de ayuda que gestionarán otros ministerios, por lo que la Junta ha reclamado que el MAPA "o bien canalice más fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia o bien, en su defecto, se convierta en una oficina de enlace con otros Ministerios para facilitar el acceso a la financiación".

Al mismo tiempo, el Gobierno Regional ha pedido que las convocatorias para las ayudas se abran este mismo año, para resolver y comenzar los proyectos "sin demora", facilitando la recuperación económica.

NUEVA NORMATIVA DE LA PAC

Respecto al acuerdo con el Parlamento Europeo para la aprobación de la nueva normativa de la Política Agrícola Común (PAC), Carnero ha subrayado "la necesidad de ser cautelosos" en la determinación de la arquitectura medioambiental de esta herramienta, dado que su avance tiene que efectuarse "sin olvidar la compensación de las rentas de los agricultores y ganaderos". "Ahora es un buen momento para conseguirlo en los correspondientes trílogos", ha añadido.

Como ha recrodado el consejero, la Junta de Castilla y León defiende una distribución de la financiación "prudente", apoyando la posición del Consejo de no superar el 20 por ciento de la asignación del primer pilar para los ecoesquemas.

Esto supone aproximadamente 1.000 millones de euros en España al año para la contribución medioambiental de la PAC, a través de este nuevo modelo de prácticas que superan las condiciones medioambientales exigibles para percibir los pagos básicos.

El elemento "clave" para el sector agroalimentario europeo es "la fragilidad del sector productor", con una fuerte presión en condicionantes medioambientales y sociales. Por tanto, Jesús Julio Carnero ha recalcado que "es preciso establecer unas cláusulas de reciprocidad y de responsabilidad compartida ante retos mundiales medioambientales y también sociales".

"Hay que tener en cuenta que existen sectores agrarios que lejos de recuperarse, están atravesando momentos muy complicados, como el del vacuno de carne y el vitivinícola, y es necesario empezar a tomar medidas con alcance europeo y abrir nuevos mercados internacionales que favorezcan las transacciones, coincidiendo en este caso con la posición ministerial", ha concluido el consejero.