Dioxinas en la alimentación: ¿cuáles son los riesgos para la salud? ¿Qué alimentos contienen estas sustancias tóxicas?

Imagen de un niño comiendo un bocadillo.
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Imagen de un niño comiendo un bocadillo.

Las dioxinas y compuestos similares (DL-PCB) son sustancias tóxicas que se generan sobre todo en los procesos de combustión y que se introducen en el organismo a través de la alimentación, principalmente, aunque también están presentes en el ambiente.

El nivel de toxicidad que contiene hace que supongan un riesgo para nuestra salud, ya que en pequeñas cantidades pueden provocar alteraciones en el desarrollo, inmunotoxicidad y efectos neurológicos. No obstante, en cantidades elevadas pueden causar problemas realmente graves como lesiones en la piel, enfermedades hepáticas e incluso cáncer. 

Según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés), se ha demostrado "que la exposición prolongada a estas sustancias causa diversos efectos adversos en los sistemas nervioso, inmunitario y endocrino y altera la función reproductora". 

Alerta de la ingesta de dioxinas en niños

Un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), publicado en la revista OCU Salud, revela que nuestra dieta es rica en estos compuestos químicos que están presentes en multitud de alimentos, sobre todo los grasos de origen animal como las sardinas en lata, el salmón, la ternera o el yogur entero. 

En este sentido, la organización alerta que los resultados del estudio demuestran que la dieta habitual de un niño de cinco años y 21 kilos de peso corporal excede en un 41% la ingesta tolerable de dioxinas a la semana, según los indicadores de la EFSA. 

¿Por qué preocupa tanto su exposición?

Estos compuestos químicos pueden tener un origen diferente, pero constituyen una de las principales amenazas de seguridad alimentaria desde hace años. Son capaces de acumularse en el tejido graso de animales y personas al disolverse fácilmente en la grasa y, además, también pueden atravesar la placenta y la cáscara de los huevos, explica la OCU. 

Por tanto, las dioxinas son áltamente estables y resistentes a la degradación, se acumulan en la cadena alimentaria y pueden mantenerse en el medioambiente durante años. Por esta razón, desde la EFSA proponen límites máximos de ingesta de dichas sustancias teniendo en cuenta el peso corporal. 

En el año 2018, el Panel de Contaminantes de la EFSA completó una revisión exhaustiva sobre los niveles de ingesta tolerables y estableció la cantidad de dos picogramos por kilogramo de peso corporal, siete veces más bajo que el consumo tolerable previo.

¿Qué alimentos contienen más dioxinas?

La vía más importante de exposición de los seres humanos a las dioxinas y compuestos similares es mediante el consumo de alimentos, responsable de más del 90% de la exposición total. "Dentro de este total, los productos derivados del pescado y otros productos de origen animal representan aproximadamente el 80% de la exposición total a través de la dieta", indica la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN)

Entonces, ¿dónde se pueden encontrar más dioxinas? La OCU ha llevado a cabo un análisis con 28 productos de consumo habitual para comprobar la presencia de estos tóxicos, aunque en ningún caso "sobrepasan los límites legales". 

Los resultados demuestran que comer de forma frecuente alimentos grasos de origen animal "incrementa la ingesta de dioxinas" y que para evitar este riesgo "lo más recomendable es moderar las cantidades y seguir una dieta variada en la que predominen alimentos de origen vegetal". Por orden, estos son los alimentos con una mayor concentración de dioxinas y PCB: 

  • Sardinas en lata.
  • Salmón. 
  • Leche de cabra. 
  • Yogur.
  • Ternera. 
  • Pollo.
  • Huevos.
  • Queso manchego.
  • Queso fundido.
  • Mantequilla.
  • Beicon.
  • Lata de atún.
  • Nueces.
  • Aceite de oliva.
  • Leche semi desnatada. 
  • Arroz.
  • Galletas.
  • Aceite de girasol.
  • Judías o frijoles.
  • Patatas.
  • Plátanos.
  • Espaguettis.
  • Pan.
  • Naranja.
  • Zanahoria.
  • Chocolate con leche.
  • Cebolla. 
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