Harry Brant, hijo de la célebre supermodelo Stephanie Seymour y del multimillonario Peter Brant, ha sido hallado muerto este pasado domingo a causa de una sobredosis accidental de medicamentos a sus 24 años, tal y como ha confirmado la familia algunas horas después de que la directora y crítica de moda de The New York Times, Vanessa Friedman, adelantara el terrible suceso.

"Siempre nos apenará que su vida haya sido tan corta por esta enfermedad devastadora", han declarado sus allegados en un comunicado refiriéndose a sus adicciones (por las que pronto iba a ingresar en una clínica de rehabilitación, tal y como cuenta Friedman). "Había conseguido tantas cosas a los 24 años, pero nunca tendremos la oportunidad de ver todo aquello que Harry podría haber logrado", añaden.

"Harry no era solo nuestro hijo, también era un hermano maravilloso, un nieto cariñoso y un buen amigo. Era un alma cariñosa, creativa y poderosa que iluminó el corazón de muchas personas. Era bello tanto por fuera como por dentro", inciden.

La noticia por supuesto deja devastada a su madre, quien en los años 90 se confirmó como una de las primeras top model del mundo, así como inconsolable a su padre, Peter Brant, empresario norteamericano que es propietario de varias revistas de moda y coleccionista de arte, hasta el punto de haber producido varias películas sobre pintores estadounidenses del siglo XX como Jackson Pollock, Andy Warhol o Jean-Michel Basquiat.

Sin embargo, quien más sienta su pérdida seguramente sea su hermano, a la vez mano derecha en los negocios: Peter Brant Jr. Ellos dos se hicieron un hueco muy pronto entre la nueva escena de la jet set neoyorquina como dos iconos de estilo que buscaban difuminar la línea que separa los géneros a través del maquillaje (llegando a crear su propia línea unisex para MAC Cosmetics en dos colecciones sacadas en 2015 y 2016) y sus llamativos looks.

Asiduos de la noche de la La Gran Manzana desde muy jóvenes (Harry acudió a su primera MET Gala a los 16 años), también hicieron sus pinitos siguiendo los pasos de su madre en la moda, posando para firmas como Balmain y cabeceras como la edición italiana de Vogue.

"Creo que en el momento en que dejas el instituto te das cuenta de que ser normal es algo de lo que todo el mundo quiere mantenerse al margen, y cuanto más auténtico y original eres para contigo mismo, más gente se sentirá de una forma instintiva atraída a ti", le comentó en una entrevista a W Magazine tras uno de sus lanzamientos con MAC Comsetics.

Tanto para él como para su hermano, el maquillaje "trata sobre la fantasía y en meterte en la piel de alguien que no necesariamente serás todos los días, por lo que de alguna forma intentas escaparte por una noche con esta nueva imagen. Es lo que yo siempre he hecho".