La familia real inglesa tiene fama de ser muy amante de los animales, pero el príncipe William tuvo una experiencia hace un tiempo con un perro que pudo ser peligrosa, revela el Mirror.

Según este medio, el príncipe William fue acorralado por un perro policía en la finca de Sandringham, que lo tomó por un intruso después de que el nieto de la reina de Inglaterra saliera a dar un paseo nocturno.

El príncipe William salió ileso al quedarse quieto hasta que el agente responsable del perro, el agente Jon Chandler, llegó a la escena.

Ha sido el propio Chandler el que ahora ha revelado esta anécdota, ocurrida hace unos años, ante los medios.

"Tuve una noche particularmente interesante cuando paseaba a mi perro sin correa por los jardines y él persiguió al futuro rey de Inglaterra. Era tarde por la noche y el Príncipe William caminaba hacia los garajes, y el perro lo olfateó y fue a la carga tras él. Se lo tomó a broma", dijo Chandler.

"Podría haber salido terriblemente mal si lo mordía, pero afortunadamente el perro hizo lo que se suponía que debía hacer, y dio un paso atrás y le ladró. Fue una noche memorable", dijo este agente.